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Miami, 9 nov (EFE).- La "lucha contra el olvido" que el periodista Alejandro Ríos ha librado durante diez años desde las columnas de un diario de Miami se ha plasmado en un libro que muestra la vida de "prohibiciones" y de lidiar con productos "socialistas" que le tocó vivir en Cuba.
"Quiero que todo el mundo se acuerde de esto, pues el ser humano tiende a olvidar y a veces lo hace por sanidad", manifiesta el autor de "La mirada indiscreta" en una entrevista con Efe.
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Ríos, exiliado en 1992, presentará el libro editado por Hypermedia en la 34 edición de la Feria del Libro de Miami, que será inaugurada el próximo 12 de noviembre.
"Ha sido una vida de prohibiciones. Aunque la más notable fue la de los Beatles, hubo muchas otras, desde un libro del rumano Panait Istrati porque tenía algún capítulo gay, hasta Marcel Proust, pasando por Silvio Rodríguez, que en algún momento de su vida, antes de que se convirtiera en el juglar del régimen, también fue marginado", puntualiza Ríos.
Buena parte de esas memorias la comparte ahora en un libro que le gustaría se leyera comenzando por cualquier página y que ha titulado igual que un programa sobre cine que conduce en un canal de televisión local.
El Libro y el programa -dice- "comparten esa visión de revelar las cosas que las instituciones culturales cubanas y el gobierno han manipulado".
Según cuenta Ríos, que trabajó en el Ministerio de Cultura de Cuba, el cine siempre formó parte de su vida porque su padre tenía una imprenta de donde salían los programas para los cines de barrio de La Habana.
También se ocupaba de distribuir los rollos de película cuando en Cuba circulaba una sola copia.
"Iba en una moto. Mientras en un cine veían el primer rollo, en otro estaban con el número 6. Mi padre, que se llamaba Ramón Ríos, garantizaba que ese circuito funcionara. Esa historia fue mi 'Cinema Paradiso'", dice el periodista en alusión a la película italiana de Giuseppe Tornatore (1988) que deja un recuerdo sentimental de la posguerra europea.
Ríos también recuerda en sus crónicas verdaderos acontecimientos como la llegada del primer televisor al hogar.
"Se lo dieron a mi papá por ser buen trabajador. Era un VEB Rafena de la RDA (la comunista República Democrática Alemana) que se rompía constantemente y había que llevarlo al 'consolidado'" (nombre oficial en Cuba de los talleres para reparar electrodomésticos).
"Estuvimos siempre ligados a la peor producción industrial del mundo. Si alguien se hubiera detenido a analizar ese televisor, se hubiera dado cuenta de que el socialismo era un fracaso desde entonces", afirma.
Ríos lleva 25 años coordinando con la universidad Miami Dade College el Programa de Autores Iberoamericanos de la Feria del Libro, por la que han pasado y pasan grandes figuras de la literatura.
Este año la feria en español la abre la española María Dueñas, la exitosa autora de "El tiempo entre costuras" y la clausura el chileno Jorge Edwards, Premio Cervantes de Literatura.
De la misma manera la feria, organizada por el Miami Dade College, ha cursado invitaciones a otros grandes de la literatura latinoamericana que, por razones ideológicas, han declinado "cortésmente".
"El gobierno cubano se ha dedicado a demonizar Miami. Lo dibuja como un sitio de monstruosidad, de mafiosos, y le ha funcionado. Personas tan respetables como (Mario) Benedetti, Juan Gelman y muchos otros poetas de izquierda no quisieron nunca venir (...) porque tenían la sospecha de que éste era un lugar diabólico", lamenta Ríos.
Ríos se siente feliz de presentar este libro en una feria que tan bien conoce.
Mis columnas en el diario El Nuevo Herald "tienen una vocación literaria". Trato de escribir con el mejor español posible del mundo. No es periodismo 'per se', es periodismo literario sin faltar a la verdad".
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