El paso del huracán Irma por Cuba rompió con la tendencia que venía manifestándose durante los ultimos años en la Isla, donde los acumulados de precipitaciones en los llamados periodos húmedos marcaron una tendencia por debajo de lo normal.
Si bien es cierto que Irma provocó cuantiosos daños matariales en el país ayudó a superar la crisis por la sequía que afectaba al país. El acumulado de agua en el territorio nacional, supera en un 12% el de la media histórica para igual periodo.
Según datos ofrecidos por la Dirección de Uso Racional del Agua del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), solo las provincias orientales reportan en este 2017, un promedio por debajo del 100% (98%), con 858,0 mm. Occidente muestra un acumulado de 1 251,2 mm de lluvia acumulada (112 %), mientras que el centro del país reportó unos 1 251,4 mm (122 %).
El territorio con mayor acumulado es Sancti Spíritus donde las lluvias asociadas a Irma elevaron las reservas de agua en más de 280 millones de metros cúbicos, provocando incluso el vertimiento por alivio de la mayor presa del país, Zaza, que en los primeros días del mes de septiembre ya reportaba 825 millones de metros cúbicos, equivalente al 80 por ciento de su volumen. Otras presas en la provincia como Tuinucú, Higuanojo, Siguaney, Aridanes y Banao, también muestran niveles muy favorables de llenado.
En general, tras el cierre de octubre, las presas del país acumulan un total de 7 015 millones de metros cúbicos de agua, el 77 % de la capacidad total.
No obstante, las autoridades de Recursos Hidráulicos en cada territorio han alertado sobre la necesidad del ahorro del preciado líquido, "y su uso eficiente en la agricultura", una voluntad que contrasta con el depauperado estado de las redes hidráulicas en el país y la indolencia y burocracia de los organismos involucrados en la solución de los salideros.
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