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David King era un abuelo estadounidense enfermo de cáncer, que solo tenía un deseo antes de morir: poder despedirse de su perra, Lil Fee, y las enfermeras del hospital en que se hallaba ingresado accedieron a concedérselo.
Según WSVN, King murió el miércoles 8 de noviembre, pero antes, las asistentas facilitaron que la mascota entrara hasta la sala y que el anciano pudiera verla. Así lo reveló su nieta, Ellie Miguel, en un tweet el día 7.
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"Mi abuelo está perdiendo la batalla, así que las enfermeras han ayudado a mi abuela a entrar a la perra en el hospital para decirle adiós", escribió, sin mencionar el nombre del centro médico.
Según contó al servicio de noticias de Yahoo, “ella (Lil Fee) lo hubiera seguido a dondequiera. Él ha estado batallando contra el cáncer durante los dos últimos años, pero la semana pasada ya había tomado todo su cuerpo”.
King estaba triste de pensar que no volvería a ver a su mascota. Aunque su familia le acompañaba en el hospital, no era lo mismo, por lo que en cuanto las enfermeras escucharon a la esposa del paciente hablar del tema, facilitaron toda la gestión: animaron a la anciana y la ayudaron para que una de sus hijas entrara a Lil Fee en un bolso.
"Por primera vez aquel día –dice Miguel–, él movió el brazo en un intento de acariciarla. Fue un momento que nunca olvidaré".
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