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Tres jóvenes de la ciudad de Guantánamo han perdido la vida en menos de 21 días. ¿La causa? El suicidio. La información la revela Cubanet, que lamenta que los medios locales no hayan hecho referencia a ninguno de estos trágicos sucesos.
El primer caso al que alude la fuente es el de un joven de unos 25 años, residente en el Consejo Popular Pastorita (al noroeste de la ciudad) que a finales del pasado mes se quitó la vida ahorcándose. Un segundo incidente fue el que protagonizó una estudiante del Preuniversitario de Ciencias Exactas José Maceo, intoxicada mortalmente con una sobredosis de amlodipino, y un tercero, el de una chica de 14 años, que se arrojó desde el piso 12 de un edificio cercano a la Plaza de la Revolución Mariana Grajales.
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Un doctor del hospital pediátrico local, que habló bajo condición de anonimato, precisó que no es extraño ver entrar en el servicio de Urgencias a adolescentes que han tratado de suicidarse por vía toxicológica. Algunas de las jóvenes que han atendido lo han hecho hasta en cinco ocasiones. En el caso de quienes sobreviven a estos intentos, el especialista apuntó que se les deriva al hospital psiquiátrico para que se les dé seguimiento.
Acerca de la joven que tomó un exceso de amlodipino (un hipotensor, que se utiliza en el tratamiento de afecciones cardiovasculares), Cubanet añade el detalle de que una amiga cercana a la occisa está en paradero desconocido. Esta muchacha y su novio habrían sido mencionados por la joven suicida en una carta de despedida, por lo cual las fuerzas del orden estaban tratando de localizarla.
El medio informativo menciona en el mismo artículo un tema: el del consumo de drogas, que, según hace ver, pudiera estar relacionado con los recientes episodios de suicidio.
“Desde hace unos meses es voz popular que no pocos de los jóvenes que frecuentan los centros nocturnos de Guantánamo consumen marihuana y psicofármacos mezclados con bebidas alcohólicas”.
“Algunos de estos jóvenes proceden de familias con buenas posibilidades económicas y tienen dinero para pagar el consumo de marihuana, pero los que tienen menos recursos se unen, compran una cajita de cartón de ron “Planchao”, cuyo valor es 25 CUP (1 peso convertible) y lo mezclan con amiptriptilina, diazepan, nitrazepan, carbamazepina y otros psicofármacos, con el objetivo de alcanzar lo que denominan ‘la nota’, es decir, un estado de enajenación”.
Uno de los jóvenes que ofreció información a Cubanet sobre este asunto, señaló: “Hace unos días fui con mi novia a la pista de baile Guayo, fui al servicio sanitario y en la puerta de entrada había más de doce personas fumando, lo cual me llamó la atención, sobre todo por el fuerte olor de los cigarros. Indudablemente estaban fumando marihuana".
Las autoridades locales, al parecer, están al tanto del fenómeno, pues recientemente un operativo policial en la calle José Martí y el 11 Norte detuvo a un grupo de personas supuestamente involucradas en la comercialización de la droga. La pista la dio un campesino que, interrogado por las fuerzas del orden tras hallarle un cargamento de cannabis, informó sobre otras personas que formaban parte de la cadena de distribución.
Una parte de la juventud de la provincia estaría cambiando la percepción peyorativa que se tenía del consumo de dicho estupefaciente, según señala el medio informativo. Estaría ocurriendo, dice, “en cierto sector de la juventud guantanamera que se acuesta bien entrada la madrugada, despierta después del mediodía y cerca de las nueve de la noche regresa a los centros nocturnos para evadir la cotidianidad, al compás de una pésima oferta musical y acompañado del peligro de terminar convertido en un consumidor de drogas”.
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