Un largo debate, con entrevistas en la calle y la opinión de varios especialistas, acometió en Buenos días Lázaro Manuel Alonso, en torno al tema del maltrato de la mujer en las letras de ciertos géneros musicales como el trap y el reguetón.
Por más que el periodista, uno de los más sagaces e incisivos del sistema informativo de la Televisión Cuban, insistía en que no se trataba de un juicio a ningún género específico, casi todos los ejemplos utilizados (para ilustrar el desprecio por la mujer, o el maltrato a su figura) pertenecían al reguetón o el trap.
Lo que molesta es la tardía reacción de los medios, la escasa profundidad del debate, o su excesiva parcialidad, cuando se condena explícitamente a creadores como Chacal o Señorita Dayana, por sus letras o actitudes sexistas, y ni siquiera se mencionan similares actitudes en otros artistas como Alexander Abreu, Gente de Zona, Diana Fuentes y muchos otros.
También se desconocieron las tradiciones e historia de la música y del arte cubano, desde siempre vinculados a la sensualidad y el erotismo, aunque también es cierto que determinados excesos sexistas y obscenos hacen necesaria la intervención crítica, educativa, de los medios.
Por otra parte, Juventud Rebelde dedicó una doble página a caracterizar el trap en tanto descripción del coito ofensiva para muchas personas, además de promoción de la droga y las adicciones, la violencia de género, la prostitución, el manejo de armas y el crimen.
El periódico reconoce que el mayor interés por el trap se concentra en los más jóvenes, nacidos a finales del siglo XX y que no rebasan los 25 años, y en plataformas de internet como YouTube y Soundcloud, en tanto internet representa el ecosistema que determina el éxito del trap en tanto es fuente de información y herramienta de trabajo; plataforma de distribución y espacio de negocio.
Las razones para el éxito se localizan en el ritmo, el background, porque es pegajoso, se baila y suena bien, aunque la letra sea grosera, pornográfica, denigre la integridad física y moral de la mujer e incite a lo mal hecho....
Uno de los entrevistados por el periódico, cuyo balance resultó mucho más atinado y profundo que el reportaje televisivo, aceptó que en Cuba Yomil y El Dany, le añadieron al trap un poco de cubanía y reguetón, y lo denominaron traptón, y se ha convertido en uno de los géneros más exitosos en el país.
Por cierto, Yomil y El Dany han venido evolucionando, a partir del trap o el reguetón, hacia géneros más románticos como la balada y la bachata, de modo que han mejorado ostensiblemente sus letras y sus propuestas musicales.
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