El periódico oficialista Ahora, de Holguín, ha arremetido contra los responsables de las escuelas de la provincia, que piden a cada alumno que lleve un plato con el que agasajar a los inspectores de Educación que visitan el centro.
El diario hace diana en los "recurrentes pedidos que han vuelto a prosperar en los centros educativos por cualquier motivo". Así, recaudan dinero "por el bien de los niños" para comprar ventiladores para las aulas, cortinas, tomacorrientes, cables, escobas, frazadas de piso o pintura, atendiendo más a las posibilidades de los padres con mayores ingresos que a la media provincial.
"¿Es responsabilidad de los padres garantizar la merienda de las visitas que llegan a la escuela?", se pregunta el rotativo que, además, cuestiona a los agasajados por no preguntarse de dónde salen los manjares que les ofrecen. Lo normal, se contesta el propio diario, es que la escuela prepare esa merienda con sus recursos y no sacándola de los bolsillos de los padres. De lo contrario, insiste, se da una falsa imagen de la realidad.
Los maestros, según Ahora, deberían limitarse a recibir a los inspectores con las escuelas limpias y ordenadas y a mostrarles que el proceso educativo marcha según lo previsto.
El colmo, insiste el rotativo, es que ante la falta de recursos para contratar limpiadoras, los seminternados de la provincia colocan listados en las puertas de las aulas con los nombres de los alumnos cuyos padres deben pasar a limpiar el aula después de las 4:30 p.m. Si el padre o la madre fallan porque trabajan, le ponen una marca al lado del nombre del niño, "por incumplidor".
Una doctora, madre de dos niños se pregunta: "¿Qué hago, le digo a mis pacientes que no voy a atenderlos porque tengo que ir a limpiar el aula de mis hijos?" Pero su caso no es único. También tienen problemas las madres dependientas y, en general, todas las madres trabajadoras.
Para evitar este tipo de problemas, hay aulas que han optado por pedir dinero a los padres para pagar a una persona que limpie. Los niños deben llevar cinco o diez pesos y el problema es que no son sólo 5 o 10 pesos. Es ese dinero más el plato para la merienda de los inspectores, las cortinas, los tomacorrientes, etc.
El periódico oficialista defiende que hay que frenar estos pedidos porque terminan marcando las diferencias de clase "contra las cuales se ha luchado siempre en nuestra sociedad".
El periódico no menciona la responsabilidad del Ministerio de Educación en el mantenimiento y limpieza de los colegios y en el control de los inspectores.
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