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En la actualidad, los alumnos de las universidades cubanas “vienen con serios problemas en su formación ideológica”, afirmó un profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, durante el noveno pleno de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC).
“Los alumnos de las universidades hoy no son los de hace cinco años”, dijo el profesor de Periodismo Roger Ricardo Luis. “Vienen con serios problemas en su formación académica e ideológica, por las circunstancias que atraviesa el país. En mi experiencia como profesor, la lucha ideológica se da en el aula”, acotó.
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Tales declaraciones se dieron a raíz de un debate sobre la preparación de los nuevos profesionales del ejercicio periodístico en la Isla, su prestación del servicio social y la incorporación de recién graduados al claustro docente en las facultades de la carrera.
Con “problemas ideológicos” se han calificado a todos aquellos individuos que difieren del sistema totalitario cubano que rige todos los aspectos de la sociedad, en especial el ámbito educativo (diseñado para perpetuar la doctrina afín al gobierno).
Las carreras vinculadas al Periodismo y la Comunicación Social son especialmente “vigiladas” por los órganos del Partido Comunista de Cuba (PCC) y la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), ya que son estos los profesionales que luego estarán al frente del aparato mediático-propagandístico del Estado.
“Tenemos vientos huracanados que están amenazando no solo desde allá enfrente (Estados Unidos). Estamos rodeados de muchas tentaciones. Hay muchos muchachos buenos que llegan a las redacciones y a veces es más fácil cortarles las alas”, añadió por su parte el periodista José Alejandro Rodríguez, del oficialista Juventud Rebelde.
De igual forma, Arleen Rodríguez, coordinadora del programa Mesa Redonda de la Televisión Cubana, propuso crear una comisión que valore la situación de los estudiantes y los jóvenes graduados de Periodismo.
“Tenemos graduados que no hacen servicio social y no pasa nada. O que terminan la carrera y van directamente a dar clases o hacer un posgrado en el exterior, lo cual es normal en las ramas de la Ciencia en el mundo entero. Pero el Periodismo no debe renunciar a la práctica profesional y necesita de la vida de las redacciones, tanto como la Universidad requiere de incluir en su claustro a periodistas en ejercicio, a los más talentosos, que son muchos e indispensables en la formación de los jóvenes”, sostuvo.
El próximo Congreso debería pronunciarse al respecto, buscar fórmulas con el Ministerio de Educación Superior para proteger la formación de los jóvenes periodistas en la nueva realidad socioeconómica del país, comunicó la vicepresidenta de la Upec, Rosa Miriam Elizalde.
“Advertir desde el primer día de clases sobre la responsabilidad del graduado con el servicio social, y rescatar aquellos programas que permitieron a los egresados comenzar su carrera en misiones de alto impacto social. En la década del 80, gracias a esos programas especiales, muchos fueron corresponsales de guerra o en las montañas, y ayudaron a fundar medios locales en los municipios más apartados, y no como un castigo, sino como un honor”, agregó.
La represión contra los graduados que deciden ejercer el periodismo de forma independiente continúa siendo una realidad en Cuba, así lo avalan las estadísticas recogidas por numerosas organizaciones para la salvaguarda de los derechos humanos.
El año pasado, el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) mantuvo a Cuba en la lista de los 32 países del mundo donde se detienen a estos profesionales por el simple hecho de cumplir con su labor.
Tan solo en 2016, fueron arrestados reporteros independientes que cubrían diversos acontecimientos como los primeros vuelos regulares entre Estados Unidos y Cuba, el huracán Matthew o la muerte de Fidel Castro .
Uno de los casos de represión más sonados fue la detención de un equipo de 6 periodistas de Periodismo de Barrio cuando intentaban reportar desde Baracoa la situación de la población tras el paso de Matthew.
Los mismo ocurrió el pasado mes de septiembre, cuando dos periodistas del mismo proyecto fueron detenidos arbitrariamente mientras reportaban sobre el impacto del huracán Irma en Villa Clara.
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