Al cierre de su primera jornada electoral, Cuba registró un récord de participación de solo 85,9% votantes, la cifra más baja desde las primeras elecciones a las Asambleas Municipales realizadas en 1976.
Según ha informado este lunes la televisión cubana, hasta las 5:00 p.m. del domingo, se contabilizó la participación de casi siete millones 250 mil cubanos, de los más de 8 millones convocados a votar por los delegados de circunscripción.
Estos delegados serán, a su vez, los miembros de las Asambleas Municipales de Poder Popular en el nuevo mandato que comenzará en unas semanas.
De acuerdo con datos de la Oficina Nacional de Estadísticas de Cuba, los niveles de participación en la primera ronda de elecciones se han mantenido siempre por encima del 94%, con excepción de los comicios pasados. En 2015, el país registró solo un 89,88% de votantes.
La Comisión Electoral Nacional había informado en la tarde del domingo que el proceso se llevó a cabo de manera “intensa y compleja”, pues en algunas áreas del país se registraron fuertes lluvias, sobre todo en Cienfuegos, Camagüey, Villa Clara y Santiago de Cuba. Por eso se acordó extender la votación hasta las 7 de la noche.
Según la actual Ley Electoral, tendrán “pleno derecho al voto todos los cubanos mayores de 16 años que sean residentes permanentes en el país por un periodo no menor de dos años antes de las elecciones”.
No obstante, tras cinco años de reformas económicas, apertura turística y sucesos históricos, como la visita de Barack Obama y la muerte de Fidel Castro, la tendencia negativa en los actuales comicios refleja un aumento del desinterés ciudadano en el proceso electoral, que a casi seis décadas no parece representar ni acatar las demandas del pueblo.
Por otro lado, sería acertado tener en cuenta que aunque la cifra de cubanos que abandonan definitivamente el país disminuyó con la derogación de la política "Pies Secos, Pies Mojados" que permitía a los cubanos regularizar su estatus migratorio en EE.UU., se continúan registrando salidas del país de ciudadanos de la Isla en calidad de turistas (en especial por Guyana) con intenciones de emigrar definitivamente.
Esas personas (si entran al país en un periodo menor a los dos años, de acuerdo con las reformas migratorias de 2013), así como los repatriados (quienes recuperan su carnet y residencia) quedan inscritos como posibles votantes, aunque no ejerzan su derecho. En el caso de los repatriados (14 mil, solo en el año 2016), regresan a comprar y explotar propiedades con fines comerciales, pero se mantienen radicados en el exterior. Estos grupos representarían en ese caso un por ciento de los cubanos inscritos que no asisten a las urnas.
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