Vídeos relacionados:
La Habana, 29 nov (EFE).- Las autoridades cubanas prevén que para el cierre de este año la cifra de visitantes llegados a bordo de cruceros supere los 380.000 gracias al crecimiento exponencial experimentado desde que la anterior Administración de Estados Unidos amplió las categorías de viaje de sus ciudadanos a la Isla.
El dato fue difundido hoy con motivo del cierre del "Simposio sobre la Industria de Cruceros", celebrado en La Habana y en el que durante dos jornadas se ha abordado la situación del sector con la asistencia de representantes de sus principales empresas, organizaciones y del Gobierno cubano.
Lo más leído hoy:
Aspectos relacionados con esta industria como la seguridad, las operaciones y la infraestructura centraron la reunión, según un comunicado difundido hoy por la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA), la Asociación de Cruceros de la Florida y el Caribe (FCCA) y los ministerios cubanos de Turismo y del Transporte.
"El simposio revisó la marcha de buenas prácticas en las áreas de las operaciones de cruceros, incluyendo la seguridad de la industria y del medioambiente", indica la nota, que agrega que "las partes coincidieron en la necesidad de continuar cooperando en asuntos que mejoren las experiencias de los pasajeros".
Los ministros cubanos de Turismo, Manuel Marrero, y de la Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca, estuvieron presentes en las jornadas, a las que también acudieron los máximos representantes de las principales compañías del sector, entre ellas Carnival, Royal Caribbean y Norwegian.
Esas firmas se encuentran entre las primeras que obtuvieron licencias para operar en la isla tras la normalización de las relaciones bilaterales entre EE.UU y Cuba iniciada en diciembre del 2014, aún bajo la presidencia de Barack Obama.
El 1 de mayo de 2016 partió el primer crucero de Estados Unidos a Cuba en más de 50 años, el Adonia, de Carnival.
Aunque los estadounidenses siguen sin poder visitar el país caribeño como turistas, Obama flexibilizó los viajes al aprobar doce categorías a las cuales los ciudadanos de ese país pueden acogerse para visitar la isla, entre ellos los motivos religiosos, culturales, educativos, de ayuda humanitaria o los intercambios personales con el pueblo cubano.
Esa última categoría ha sido eliminada por el actual presidente de EE.UU, Donald Trump, contrario a la política de acercamiento de su antecesor y quien también ha endurecido el embargo que su país mantiene sobre la isla mediante la prohibición de realizar negocios con cualquier empresa vinculada al estamento militar cubano.
En la lista de empresas ahora vedadas para el empresariado y los viajeros de EE.UU figuran numerosos hoteles pertenecientes a conglomerados controlados por las Fuerzas Armadas cubanas, por lo que los cruceros pueden ser una vía para mantener las visitas de los estadounidenses a la isla, ya que los viajeros duermen en el barco.
El turismo es la segunda fuente de divisas para el Estado cubano y los ingresos que aporta este sector son vitales en un momento de "coyuntura económica adversa", según la definición del Gobierno cubano.
Archivado en: