Laurel Hubbard, una pesista de Nueva Zelanda, es posiblemente la primera mujer abiertamente transgénero en competir en un campeonato mundial de un deporte cuando se presente en una semana en el certamen del orbe de halterofilia con sede en Anaheim, California.
En ese Mundial inaugurado este martes, Cuba no envió mujeres y sólo inscribió a un pesista, Yoelmis Hernández Paumier, tres veces medallista mundial y onceno en la división de los 85 kg en los Juegos Olímpicos de Río.
La fornida chica competirá en los 90 kilogramos, categoría que debuta en este Mundial, después de haber actuado como hombre, de nombre Gavin Hubbard antes de su transición de género. Hubbard, que nació en 1978, había competido en +105 entre los juveniles con el récord para Nueva Zelanda en esa categoría, con un total de 300 kg, hasta que fue superado por David Liti el otro concursante de ese país que se encuentra en Anaheim.
En medio de su proceso, Laurel pasó a ser oficial ejecutiva de la federación nacional de pesas. Es hija de Dick Hubbard, un ex alcalde de la capital Auckland y dueño de una importante empresa de alimentos.
Laurel hizo el equipo nacional al ganar un reciente torneo internacional en Melbourne, Australia, y se transformó en la primera mujer “trans” en conquistar un certamen de ese tipo para Nueva Zelanda.
Aunque Hubbard cumple con los requisitos de elegibilidad para competir, su victoria provocó controversia, con algunos otros competidores que alegaron que el encuentro había sido desleal.
Solo una pareja de atletas transgéneros han competido a alto nivel en el pasado. Renée Richards participó en los torneos abiertos de tenis entre 1977 y 1981 y Chris Mosier quien compitió en varios campeonatos mundiales de Duatlón. En padel, Katalina Murrie lo hizo a nivel del torneo nacional de esa disiciplina a comienzos de este año.
El atleta más famoso en este caso, muchos años después de retirado del deporte activo, fue el estadounidense Bruce Jenner, nombrada hoy Caitlyn Jenner, quien ganó la medalla de oro en el decatlón de los Juegos Olímpicos de Montreal, 1976 y en aquel momento fue llamado el “hombre de hierro”.
“Creo que hay una ventaja injusta a pesar de que está dentro de todas las normas... Cabe esperar que lo miren a él y se haga un juicio más educado”, dijo Tracey Lambrechs a Radio Nueva Zelanda, una joven que fue desplazada a otra división por Hubbard y que se quedó sin Mundial.
La Hubbard fue aprobada por el Comité Olímpico Internacional y la Federación Internacional para medirse contra otras competidoras mujeres.
La inclusión de mujeres transgénero en el levantamiento de pesas es un tema delicado para muchos, incluido el jefe de la federación australiana de ese deporte, Michael Keenan, quien admiró a Hubbard por estar en la "cúspide y hacer mucha historia" pero también sugirió que esta puede tener ventajas fisiológicas debido a haberse entrenado como hombre durante los primeros 30 años de su vida.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: