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BRUSELAS, 5 dic (Reuters) -Rex Tillerson, secretario de Estado de los Estados Unidos, ha intentado apaciguar los ánimos de los aliados europeos, durante una visita a Bruselas, en un momento en que el Gobierno de Donald Trump tiene abiertos numerosos frentes en política exterior.
El hecho de que Trump se retirara del acuerdo de París, no haya certificado el cumplimiento del acuerdo nuclear con Irán o defienda su "América first", mantiene en vilo a sus socios de la Unión Europea.
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Tillerson ha dicho este martes a los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea y a la OTAN que el Gobierno estadounidense sigue estando comprometido con los vínculos transatlánticos que Trump ha cuestionado anteriormente.
Tillerson también buscó dar seguridad a los diplomáticos estadounidenses instalados en el exterior respecto a que sus ideas de reformular las misiones consulares de Estados Unidos estaban dando resultados, y añadió que daría a conocer un plan de modernización del Departamento de Estado.
Tillerson, el ex presidente ejecutivo de Exxon Mobil, dijo que su visita mostró "el fuerte compromiso que tiene Estados Unidos con la alianza europea, el importante rol que tiene la alianza europea en nuestros objetivos compartidos sobre seguridad".
Antes de almorzar con los ministros de Relaciones Exteriores de la UE, Tillerson destacó "los valores y objetivos de seguridad compartidos y la prosperidad a ambos lados del Atlántico".
Trump visitó en mayo la sede de la OTAN y reprochó a los líderes europeos sus bajos gastos en defensa.
Durante su visita de este martes, Tillerson elogió de manera más generosa los vínculos en defensa y habló sobre el compromiso "inquebrantable" de Estados Unidos con el bloque, que considera que un ataque a uno de sus aliados como un acto hostil contra la totalidad de la OTAN.
(Reporte adicional de Gabriela Baczynska. Editado en español por Marion Giraldo)
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