Washington/Jerusalén (Reuters) - El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciará este miércoles el reconocimiento de Jerusalén como la capital de Israel y pondrá en marcha la reubicación de la embajada norteamericana en esa ciudad.
Así lo aseguraron a Reuters funcionarios estadounidenses en una decisión que podría intensificar la violencia en Oriente Medio.
Pese a la oposición de los líderes árabes, Trump anunciará en un discurso histórico que el Departamento de Estado que comience a desarrollar un plan para trasladar la embajada desde Tel Aviv en lo que se espera que sea un proceso que lleve de tres a cuatro años, dijeron los funcionarios. Él no establecerá un cronograma para el traslado.
Trump firmará una exención de seguridad nacional que lo autoriza a aplazar la reubicación de la embajada por ahora, dado que los diplomáticos estadounidenses aún no tienen un edificio, arreglos de seguridad o alojamiento en Jerusalén, dijeron los funcionarios.
Dejará atrás décadas de política estadounidense
Aún así, el respaldo de Trump al reclamo de Israel de que toda Jerusalén es su capital revertiría una política estadounidense de larga data respecto a que el estatus de la ciudad debe ser decidido en negociaciones con los palestinos, que quieren que Jerusalén Este sea la capital de su futuro estado.
La comunidad internacional no reconoce la soberanía israelí sobre toda la ciudad, que alberga sitios sagrados para las religiones musulmana, judía y cristiana.
Los funcionarios, que informaron a periodistas antes del discurso que Trump ofrecerá a las 13:00 Hora del Este (1800 GMT) del miércoles, insistieron en que la decisión de Trump no juzga de manera anticipada el resultado de las negociaciones sobre el estatus final de Jerusalén u otras disputas importantes entre las dos partes.
En cambio, uno de los funcionarios afirmó que los anuncios de Trump reflejan la "realidad histórica" de Jerusalén como el centro de la fe judía y la "realidad moderna" de que es la sede del Gobierno israelí.
Alertan del riesgo que se desate la violencia
El presidente palestino, Mahmoud Abbas, el rey Abdulá de Jordania, el presidente egipcio Abdel Fattah al-Sisi y el rey Salman de Arabia Saudita, que recibieron llamadas telefónicas de Trump, se unieron al coro de voces que asegura que la decisión podría desatar violencia en la región.
La Casa Blanca dijo que Trump también habló con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, un defensor de larga data de un traslado de la embajada estadounidense a Jerusalén.
Netanyahu fue el único líder cuya oficina no emitió una declaración después de la llamada, pero un ministro israelí de alto rango dio la bienvenida a la decisión de Trump y prometió que Israel estaría preparado para cualquier estallido de violencia.
Trump parece decidido a satisfacer a la base derechista y pro-israelí que lo ayudó a ganar la presidencia, pero fue decepcionada cuando el republicano retrasó el traslado de la embajada en junio.
Ningún otro país tiene su embajada en Jerusalén. Israel capturó el este árabe de la ciudad en la guerra de de 1967 y luego lo anexó, una acción no reconocida internacionalmente.
(Reporte adicional de Dan Williams y Maayan Lubell en Jerusalén, Daren Butler y Ezki Erkoyun en Turquía, Steve Holland, Yara Bayoumy, Arshad Mohammed, Ali Sawafta en Ramallah, Suleiman Al-Khalidiin Amman e Ingrid Melander en París, escrito por Matt Spetalnick y Andrew Heavens; editado en español por Marion Giraldo y Carlos Serrano)
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