Rehabilitado el delfinario de Cayo Guillermo, tras el paso de Irma

Ante la amenaza de Irma, los cinco entrenadores del centro se trasladaron en helicóptero junto a los delfines y se mantuvieron con ellos hasta su regreso, tratando que los animales sufrieran el menor estrés, en aras de preservar su salud.

Delfinario Cayo Guillermo © Sierra Maestra
Delfinario Cayo Guillermo Foto © Sierra Maestra

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Este artículo es de hace 7 años

Después de lidiar con el aparatoso traslado de sus delfines ante la amenaza del huracán Irma, el conocido delfinario de Cayo Guillermo, al centro de Cuba, se ha recuperado totalmente y ha vuelto a sus funciones habituales, reportaron medios locales.

Según informó este miércoles la estatal Prensa Latina, el Centro Recreativo Delfinario Cableski muestra hoy una imagen totalmente renovada. Actualmente, se ofertan allí todos los servicios con sus seis delfines, que incluyen baños, interacción y plataforma.


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La directora del delfinario, Adys Gutiérrez, dijo la prensa que de los atractivos del lugar, el más popular y completo es el nado, una actividad donde el cliente puede permanecer con los mamíferos aproximadamente 30 minutos y que permite la participación al unísono de hasta 10 personas.

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Gutiérrez explicó que los delfines se encuentran aptos anímicamente y realizan sus actividades con el carisma y vitalidad habituales. “Desde su regreso de Cienfuegos el 21 de septiembre, se apreció que se sentían bien y aunque aún no tenían las plataformas ni se prestaba servicio al público se realizaban los ejercicios con los animales”, dijo.

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Ante la amenaza de Irma, los cinco entrenadores del centro se trasladaron en helicóptero junto a los delfines y se mantuvieron con ellos hasta su regreso, tratando que los animales sufrieran el menor estrés, en aras de preservar su salud.

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La directiva comentó que estos mamíferos pueden estar hasta 72 horas fuera del agua rociándole agua fría, por eso se utilizaron en el traslado bolsas de hielo, que los entrenadores y médicos acompañaron con caricias para desestresarlos.

En Cienfuegos, los delfines tuvieron que tolerar la estadía en áreas más reducidas, con aguas de menor profundidad y diferente calidad, “pero al regresar se recuperaron rápidamente”, aclaró.

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