El ucraniano Vasyl Lomachenko demostró la noche de este sábado su enorme calidad boxística al superar por nocao técnico al no menos calificado Guillermo Rigondeaux, en el duelo más esperado en el cierre de este 2017, después de seis asaltos y el abandono sorpresivo del cubano por una lesión.
Lomachenko defendió exitosamente el título de las 130 libras del Consejo Mundial de Boxeo ante uno de los pugilistas más eludidos en los últimos 10 años, dada su exquisita trayectoria y sobrada calidad.
Seguramente, la victoria dejará al euroasiático en las próximas actualizaciones como el mejor libra por libra del planeta, mientras que el santiaguero, quien perdió una oportunidad de oro, estará al tanto de los criterios de los especialistas de medios como The Ring, Espn o Box rec.
Ante un Teatro del Madison Square Garden colmado de seguidores, “Hi Tech” salió feliz y con la cabeza en alto en lo que puede catalogarse como la victoria más importante de su trayectoria deportiva, pasando por encima de los combates que lo llevaron a ser dos veces monarca olímpico.
El éxito asegura que el hijo adoptivo y más preciado del promotor Bob Arum tenga las puertas abiertas para otras grandes carteleras y resulta el pase final para ascender a la división inmediata superior en busca de una nueva faja mundial.
Preciosamente Arum fue el otro gran ganador de la noche y terminó la velada con cara de complacido. Al fin pudo contener a Rigondeaux, el púgil que destrozó varios años de su trabajo al dominar sin apuros a Nonita Donaire en el año 2013.
El mandamás de Top Rank tomó venganza y si algo hay que aplaudirle es que no tuvo miedo y mandó a la arena de los gladiadores a su gallo más fino, contra un estilista nato, dueño de una técnica depurada y un estilo de riposta hasta ahora indescifrable.
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