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El cirujano británico Simon Bramhall, de 53 años, reconoció ante los tribunales haber grabado sus iniciales en los hígados de dos pacientes durante operaciones de trasplante.
Simon Bramhall fue descubierto por un colega, que se dio cuentas de las iniciales SB en los órganos de las personas intervenidas quirúrgicamente.
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El suceso tuvo lugar en el hospital Queen Elizabeth, en Birmingham (Reino Unido), donde Bramhall había trabajado durante 12 años.
En 2013 fue suspendido de sus labores y en 2014 presentó su dimisión. Según informaron varios medios británicos, el fiscal Tony Badenoch afirmó que este era un caso "sin precedente legal".
Bramhall se declaró culpable de dos cargos de agresión ante el juez, que emitirá un veredicto el 12 de enero. No obstante, rechazó los cargos de agresión con lesiones, que solicitaba la fiscalía.
"Sus acciones marcando los hígados de aquellos pacientes, de modo totalmente innecesario, fueron actos deliberados y conscientes", dijo la fiscal Elizabeth Reid.
"Esos ataques estuvieron mal, no solamente desde un punto de vista ético, sino también penal. Fue un abuso de la confianza que sus pacientes habían depositado en él", agregó.
El médico británico grabó las iniciales con un láser de gas argón coagulador, utilizado en las operaciones para evitar hemorragias.
Según las noticias, las marcas no han causado daños en los pacientes y desaparecen por sí solas.
Uno de los pacientes marcados tuvo que someterse a una segunda operación, pues su órgano ya estaba dañado y no evolucionó eficientemente, por lo cual otro cirujano volvió a operar y descubrió las marcas.
Con información de El País.
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