La peor rivalidad del mundo de los deportes, esa que sostienen el FC Barcelona y el Real Madrid, ha oxigenado el fuego una vez más de cara al desafío que sostendrán el venidero sábado en la capital de España.
“En este club el pasillo se suele hacer en la competición en la que participamos, cuando participamos en el torneo del equipo campeón, y ahora no es el caso”, dijo Guillermo Amor, director de Relaciones Institucionales del Barça, y las chispas saltaron por doquier.
Los merengues vienen de coronarse en el Mundial de Clubes, donde batieron apretadamente al Gremio brasileño en la final, y sostienen que el eterno rival debiera rendirles homenaje sobre el césped antes del Clásico inminente.
En ese sentido la voz cantante la ha llevado, como era de suponer, el mismísimo Cristiano Ronaldo. “Me gustaría que el Barcelona nos hiciera el pasillo”, afirmó el portugués, siempre apto para colocarse en el ojo del ciclón.
Por su parte, el entrenador azulgrana, Ernesto Valverde, cortó por lo sano con sus declaraciones: “Haremos lo que diga el criterio del club”, aseguró. “No creo que sea muy importante y no estoy en condiciones de analizar cuestiones de cara a la galería”.
Mientras tanto, el lateral Jordi Alba reforzó las palabras de Amor: “No sé si se hará o no... Pero en cualquier caso el pasillo se hace cuando se juega la misma competición y ahora no se da”.
Según informó ESPN, el Real Madrid se opuso a este criterio alegando que Villarreal (en 2010) y Betis (2015) le hicieron pasillos al Barça en su primer encuentro liguero tras ganar el Mundial de Clubes.
Sin embargo, el bando contrario rememora que la escuadra merengue no se quedó en el terreno de juego cuando el Barça venció en la Supercopa de España en 2011, abandonando el campo antes de que al equipo de Guardiola se le entregase el trofeo.
La tradición del pasillo comenzó en el fútbol español en los años 70, y los despachos noticiosos dan fe de que solo se contabilizan tres momentos de este tipo entre barcelonistas y madridistas.
El primero, con el Barcelona haciendo pasillo al Real Madrid el primero de mayo de 1988 en el Camp Nou. El siguiente, con el Real Madrid devolviendo el gesto el ocho de junio de 1991 en el Bernabéu. Y el restante, con los blaugranas otra vez mostrando su respeto por el adversario el siete de mayo de 2008 en el Bernabéu.
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