Los que me conocen saben que formo parte de la familia del atletismo cubano desde hace cuatro décadas, y como tal, tomé parte en el acto de premiación de los mejores representantes del deporte rey en el año.
Tuve la oportunidad de compartir con leyendas vivas como Enrique Figuerola, Miguelina Cobián, Juan Morales y Fulgencia Romay, primeros medallistas olímpicos del atletismo cubano, y los destacados entrenadores Sigfredo Banderas y Lázaro Betancourt.
Feliz de estar junto a Alberto Juantorena, Javier Sotomayor, Ana Fidelia Quirot, Dayron Robles, Jorge Luis Aguilera, Yipsi Moreno, Yumisleidis Cumbá, Sonia Bicet, Yargelis Savigne, Mabel Gay, Yarelis Barrios, titulares y medallistas mundiales y olímpicos. Y, ¡cómo no! poder palpar una juventud que parece que viene por muy buen camino.
El ejemplo es que el Atleta Masculino del Año es Cristian Atanay Nápoles, quien siendo aún juvenil, prestigió a la Escuela Cubana del triple salto al ubicarse cuarto, con 17 metros 16 centímetros, en el Campeonato Mundial escenificado en Londres, codeándose así con la élite universal. Christian Atanay no tuvo rival para ser seleccionado también como el Novato del Año.
La elección de la mejor recayó en la experimentada garrochista Yarisley Silva, que tras un año 2016 nada halagüeño, volvió por sus fueros al subir tercera al podio en la cita londinense, con registro de cuatro metros 65 centímetros. Yarita había cosechado un 4, 81, su mejor marca del año, en la parada de la Liga del Diamante en Oslo, Noruega, lo que demuestra que la pinareña vuelve por más en la venidera temporada.
Entre los juveniles, encabezaron el listado dos monarcas mundiales del último Mundial Cadetes que se celebrará y que tuvo lugar en Nairobi, Kenya.
No fue noticia que otro triplista se llevara el lauro varonil. Esta vez fue Jordan Alejandro Díaz, quien estableció récord para la competencia: 17 metros 30 centímetros (hubiese sido medallista entre los mayores). Para que se tenga una idea, ese registro lo sitúa sexto en el ranking mundial del año entre adultos.
Una jabalinista que ansía ser como las titulares olímpicas María Caridad Colón y Osleydis Menéndez, fue elegida la juvenil más destacada, Marisleysis Duharte. Su lanzamiento, 62 metros 92 centímetros también fue plusmarca del orbe, categoría cadete.
Es bueno aclarar que la IAFF decidió suprimir este tipo de eventos y reunir en los Mundiales Juveniles a los muchachos de estas edades.
También fueron premiados los atletas discapacitados. La conocida velocista Omara Durand con su medalla de oro y el saltador de longitud y altura Luis Felipe Gutiérrez, primer y segundo lugares en el Mundial de la categoría, fueron los destacados.
En cuanto al resto sobresalen la heptalonista Yorgelis Rodríguez, con su casi increíble cuarto lugar en la justa del orbe británica y su record cubano de 6 mil 594 puntos.
Las discóbolas Yaimé Pérez y Denia Caballero, cuarta y quinta en la misma cita (aunque de ellas se esperaba mucho más) y los jovencitos Maikel Massó, salto de longitud, y Andy Díaz, triple salto, quinto y séptimo puestos, respectivamente, en el Mundial de Mayores.
Hay que felicitar también a los entrenadores que están haciendo esto posible. Una nueva hornada que se une a los establecidos. Así, juntos, Alexander Navas, Raúl Calderón, Yoelvis Quesada, Gabino Arzola, Hilda Elisa Ramos, Juan Gualberto Nápoles, Faustino y Eladio Hernández, Ricardo Ponce, Miriam Ferrer, Héctor Duarte, tienen la mirada puesta en los Juegos Olímpicos de Tokío 2020.
Para el 2018, los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Barranquila, Colombia, y la afamada Liga del Diamante, serán los principales eventos de muchos de estos jóvenes atletas, y segura estoy de que aquellos tiempos en que se premiaba a campeones mundiales y olímpicos volverán a deslumbrar en estos actos.
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