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Premio Nacional de Artes Plásticas (1994), Raúl Martínez fue un importante pintor, dibujante y fotógrafo célebre sobre todo por sus murales que ilustran el entusiasmo de los años sesenta, y la utopía de un futuro de concordia, paz y progreso. En este año, él hubiera celebrado noventa años, y por ello es que se propone esta muestra retrospectiva, Allegretto Cantabile, en el Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam, que intenta conducir al espectador cronológicamente a lo largo de una obra inmensa.
En la muestra aparecen obras más conocidas y otras menos vistas por el público, dentro de una variedad que incluye pinturas, instantáneas analógicas, dibujos, foto-collages y carteles pertenecientes a las colecciones del Consejo Nacional de Bellas Artes (CNAP), del Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA), del Consejo de Estado y de la Familia Martínez-Estorino.
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Independientemente del soporte elegido, en Allegreto Cantabile aparecen obras del momento abstracto, luego la variante expresionista, el arte pop y el collage, a partir de acontecimientos históricos y políticos, retratos colectivos y los reiterados acercamientos a José Martí, plasmados en carteles, lienzos, collages fotográficos y pinturas sobre cartón en los cuales predominan los colores brillantes y las superficies y contornos bien delimitados.
En la muestra, pueden apreciarse los dípticos El mediodía del búho, de 1976, y La flor de la piña, de 1977; el mural Te doy una canción (1984), y la abstracción Atardecer en la isla (1994), que significó su regreso al arte no figurativo. Además, fueron incluidos tres lienzos sin terminar, rescatados de su estudio, y varias obras pertenecientes a ¿Foto-mentira! (1966), serie en la que abordó el retrato de objetos y el paisaje citadino.
Como muestra la exposición, Raúl Martínez estuvo presente en todos los momentos claves de la cultura cubana de la segunda mitad del siglo XX y su presencia se expresa no solo en óleos y temperas, sino en sus diseños de revistas y libros y en la cartelística tanto teatral como cinematográfica.
Raúl Martínez fue testigo del proceso fundacional del cine cubano, fundador de Casa de las Américas, participante en la creación y desarrollo del Instituto Cubano del Libro y protagonista del fomento y extensión de la fotografía artística en la Isla. Su obra ha recorrido gran parte de las galerías del mundo, y aún hoy se exhibe en diversos países. Recibió también la Medalla de Plata en la Exposición de Pintura Cubana en la Universidad de Tampa, Florida, mientras que el Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba le dedica un espacio en las salas de colecciones permanentes.
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