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El huracán Irma, que tanta destrucción y angustia trajo a los habitantes del estado de Florida en septiembre pasado, también propició que dos ancianos que habían sido evacuados se conocieran, se enamoraran y terminaran casándose, informó Usa Today.
Se trata de Denise Praz y Joseph Mazur, ambos viudos de 79 años, quienes acaban de contraer matrimonio este 15 de diciembre en la iglesia católica St. John the Evangelist, en el norte de Naples.
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"Si no hubiera sido por Irma, no sé si nos casaríamos", dijo Mazur a Usa Today el día antes de la boda.
Praz y Mazur, residentes de Bentley Village, una exclusiva comunidad residencial de adultos mayores, tuvieron que ser evacuados junto a otros 400 vecinos hacia la ciudad de Orlando para evadir el huracán. Gran parte de la villa sufrió daños durante la tormenta, por lo que el grupo tuvo que permanecer en un hotel Hilton, durante un mes aproximadamente.
La residencia es muy grande, pero en Orlando todos se quedaron relativamente cerca, así que tuvieron mucha más interacción social. En su primera noche, Praz y Mazur disfrutaron juntos en el salón del hotel. Se sentaron uno al lado del otro y se conocieron un poco. A la mañana siguiente, ella desayunaba sola y él se le unió.
Descubrieron que disfrutaban el uno de la compañía del otro. Durante las siguientes semanas conversaron, nadaron juntos, hicieron ejercicios juntos, caminaron y asistieron a la misa dominical.
“Tuvimos mucho tiempo y nos dimos cuenta de que teníamos mucho en común”, dijo Mazur. “Todo se desarrolló bastante rápido. Estamos muy cómodos. Se siente muy natural estar juntos”. Praz asiente y expresa: “Siempre estoy feliz de verlo. Él es muy protector conmigo, lo cual me gusta”.
Mazur lleva 17 años residiendo Naples, y con anterioridad estuvo casado 53 años. Su esposa murió en 2015, y al año siguiente se mudó a Bentley Village. Nunca pensó en casarse de nuevo, hasta que él y Praz se conocieron en Orlando.
Praz lleva en Bentley Village desde el 2000. Su matrimonio duró 57 años, hasta la muerte de su esposo, en junio pasado. Pero ella sí pensó en volver a casarse casi inmediatamente después de enviudar. El hombre había estado en cuidados paliativos con morfina y oxígeno durante tanto tiempo que la pareja vivió en diferentes secciones de Bentley Village.
“Recuerdo haber rezado para que el Señor me enviara a otro hombre bueno, que fuera fiel al Señor y que deseara casarse otra vez”, mencionó Praz.
La nueva pareja vivirá en su apartamento, que es más espacioso. Entre los dos tienen siete hijos, todos en la cincuentena. Y a pesar de que hubo una pequeña queja por parte de la hija de ella acerca de la velocidad de la boda, la futura novia sabía que estaba haciendo lo correcto.
Aunque los sentimientos eran muy fuertes, la pareja no formalizó sus intenciones de casarse hasta que regresaron a Bentley Village. Mazur le dijo de una manera muy directa: “Denise, quiero que te cases conmigo. ¿Te casarás conmigo?”. Y ella solo respondió: “Sí”.
Ambos son devotos católicos, así que decidieron no dormir juntos hasta después del matrimonio. A la boda asistieron cerca de 20 amigos.
El reverendo Paul D'Angelo ofició la ceremonia, en la que fue inevitable decir: “Dios, en su gran sabiduría, usó el huracán Irma para reunirlos”.
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