En un país donde el salario medio no supera los 30 dólares, seguir los consejos de la prensa oficialista para elegir el menú de las fiestas de fin de año pareciera, es en el mejor de los casos, un chiste de mal gusto.
Cubadebate ha publicado un texto sobre las tradiciones culinarias cubanas para estas fechas. Lo ha tomado de un texto del 2013 del portal de Infomed, el sitio oficial del Ministerio de Salud Pública en la Isla, que no ha descuidado citar algunas ideas para que la dieta sea saludable y todavía más inaccesible. Comparemos precios.
En el menú típico que señala el texto, hablan de las diferentes formas de preparar el cerdo en Cuba, los ingredientes que se utilizan para ello, así como los postres y bebidas con que se les acompaña usualmente.
“El lechón asado, acompañado según la región de: congrí elaborado principalmente en el oriente de Cuba o de arroz moro mucho más elaborado en la región occidental, la yuca con mojo, los tostones, ensalada de vegetales y postres caseros, en especial los buñuelos de Navidad, aunque también son típicos el dulce de coco, mermeladas y frutas en almíbar con queso”.
“La cerveza y los vinos actualmente son las bebidas que más se consumen. En épocas pasadas y aún en la actualidad; pero en menor escala, el pavo relleno, el agualoja y el ponche de leche, elaborados en casa, son de la preferencia de muchos. También a la usanza española turrones, cidras, dátiles, nueces, avellanas, manzanas e higos. A las doce de la noche del 31 de diciembre era tradición comer 12 uvas en espera del nuevo año”.
Tomemos, por ejemplo, los precios de estos productos en La Habana y calculemos los meses de trabajo que necesitaría un obrero o profesional cubano que viva de su salario, para obtener los ingredientes.
Saquemos las cuentas con el más modesto de los menús que propone la prensa oficialista cubana. Dejemos de lado las exquisiteces. No brindemos con Cidra, evitemos los dátiles, incluso los buñuelos, y olvidemos pedir los deseos con las uvas.
Lechón asado, tostones, yuca con mojo, arroz moro, ensalada y mermelada de guayaba con queso. Acompañemos la cena con la cerveza más barata y de peor calidad.
El cubano con un salario promedio necesitaría entonces ahorrar su sueldo de 2 meses para sentarse a la mesa, en una cena íntima, sin invitar a toda la familia. Necesitaría, si cumple con la tradición completa que especifica el artículo (Nochebuena, Fin de Año, Año Nuevo y Día de Reyes) cuatro veces esa cantidad.
La libra de puerco promedia por estas fechas los 35 pesos en Moneda Nacional; la de arroz, 4; los frijoles para el arroz moro, 10; el plátano de los tostones, 10; la ensalada de vegetales (tomate 15, el mazo de lechugas 10); la guayaba, 7; la libra de azúcar para la mermelada, 8 y el queso, 35. La cerveza más barata, 18. Con estos números (15 lbs de carne de cerdo, 3 de arroz y 2 de frijoles, 4 de plátano, 5 de guayaba y dos de queso, 3 de tomates y un mazo de lechuga, 1 litro de aceite para freír los tostones y 3 lbs de azúcar para la mermelada. Ténganos a la mano 15 cervezas) la cifra para la modesta cena rondaría los 45 dólares. No hemos siquiera sumado los ingredientes para sazonar la carne.
Siguiendo esta línea, el texto ofrece una serie de menús para aperitivos recomendables y no tan recomendables, así como una propuesta de dieta sana. Cada uno más escandaloso que el anterior.
Para rematar, el texto llama estas celebraciones "festividades religiosas en Cuba que se han mantenido a través de los años". Menciona Nochebuena, Fin de Año, Año Nuevo y Día de Reyes.
Cubadebate olvidó contar en su recorrido histórico que durante tres décadas estas fechas se realizaban la Isla a puertas cerradas, pues el Gobierno de Fidel Castro se encargó de apoderase de ellas para festejar el triunfo de su “Revolución”.
Las navidades fueron eliminadas de Cuba en 1969 porque el Gobierno consideraba que estas festividades interrumpían el trabajo en la cosecha azucarera. Es solo a partir de 1997, previo a la visita del Papa Juan Pablo II a la Isla, que Fidel Castro reconoce la Nochebuena y declara feriado el 25 de diciembre.
Desde entonces las Navidades en Cuba han tenido, poco a poco, un discreto espacio en los medios oficiales de la Isla.
Con la apertura a los pequeños negocios privados (que el Gobierno insiste en llamarles emprendimientos) la fiesta se ha hecho más pública. Ahora, por ejemplo, hasta los restaurantes estatales arman su carpeta de ofertas. Los precios, obviamente superan a los antes descritos. En los pueblos, por ejemplo, hay quienes se dedican a preparar el menú completo por 80 CUC (esto ya serían casi tres meses de salario sin contar las bebidas).
El texto que ha publicado este 25 de diciembre Cubadebate no sorprende. Los medios del Gobierno de los Castros se han dedicado, desde siempre, ha construir realidades paralelas.
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