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La Habana, 30 dic (EFE).- Cuba mantuvo controlada su situación epidemiológica en el 2017, año en el que disminuyó la trasmisión de dengue y de zika, y no se reportaron pacientes con chikunguña, a pesar de ser un país propenso, por su clima, a la proliferación de estos arbovirus.
Los casos de dengue confirmados en este periodo disminuyeron un 68 por ciento en relación con el año anterior, gracias a las habituales campañas de fumigación y a las pesquisas casa por casa en busca de personas con síntomas asociados a esa y a las otras patologías, informaron hoy medios oficiales de la Isla.
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Las atenciones médicas por enfermedades diarreicas agudas disminuyeron un 8,5 por ciento, mientras que los casos de cólera cayeron un 99,4 por ciento con relación a 2016, revela el diario estatal Granma en un resumen del estado sanitario del país.
En 2017 también decreció la incidencia de la meningitis bacteriana en un 7 por ciento, la viral en un 21 por ciento y se redujeron a la mitad los casos importados de paludismo, erradicado en el país.
Entre las infecciones de trasmisión sexual, los casos de gonorrea decrecieron un 20 por ciento y un 8 por ciento el herpes genital y el condiloma.
De las más de 23.800 personas que viven con VIH en Cuba, el 81 por ciento reciben tratamiento antirretroviral, un porcentaje "superior al 2016", asegura Granma.
Según el reporte oficial, se mantienen erradicadas del territorio cubano la poliomielitis, la difteria, el tétanos del recién nacido, la tosferina, el sarampión y la rubéola.
Cuba considera su sistema de salud gratuito como una de las principales conquistas de la revolución, de cuyo triunfo se celebrarán 59 años el próximo 1 de enero.
El Gobierno cubano ofrece vacunas y tratamientos gratuitos a los habitantes de la isla, al tiempo que subsidia los medicamentos, aunque en los últimos meses las autoridades cubanas han reconocido el desabastecimiento de las farmacias en el país.
Ante el brote regional de enfermedades contagiosas como el zika y el chikunguña en 2016, Cuba activó una campaña nacional que incluyó la fumigación obligatoria en todos los hogares e instituciones para erradicar al mosquito trasmisor, en la que se involucró el Ejército.
También se realizaron pesquisas a personas con síntomas como fiebre, dolores en articulaciones y erupciones en la piel.
Por sus resultados positivos, la isla fue sede en octubre de 2016 de una cita que reunió a autoridades sanitarias de 30 países de América y el Caribe, con el apoyo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), para concertar una posición común ante la amenaza de los arbovirus.
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