La gastronomía estatal no levanta cabeza

El año 2017 prometía cambiar el panorama de la gastronomía estatal en Ciego de Ávila, pero llegó el 31 de diciembre y el periódico local Invasor tuvo que reconocer que el sector no avanzó ni un ápice: se mantuvo en stand by. La idea, explica el rotativo oficialista, es que durante esos doce meses se llegara a concretar un cambio en el modelo de gestión, con la creación de cooperativas, pero las cifras se han mantenido invariables de un año para otro.

En junio de 2016 este mismo diario publicó que 60 establecimientos gastronómicos estatales pasarían a manos privadas, pero en 2017 sólo se pudieron alquilar 40. De ellos, poco más de la mitad (24) son cafeterías de alimentos ligeros, 12 son cafeterías en puntos fijos y cuatro son paladares. Sólo se creó una cooperativa en El Asiento, en Chambas. Además, cerraron cuatro de las arrendadas como cafeterías en Primero de Enero, Chambas y Morón.

Pese a estas cifras, Pedro González Alfonso, del Grupo Empresarial de Comercio de Ciego de Ávila, asegura que en 2017 se cumplió el "cronograma" de incorporación de locales estatales a las nuevas formas de gestión. Se refiere a que entiende que se ha cumplido el objetivo previsto teniendo en cuenta las paralizaciones de los procesos, primero por el Consejo de la Administración Provincial y luego por la Resolución del Ministerio de Trabajo, que salió el 1 de agosto de 2017 y que paró la concesión de licencias.

Sin embargo, admite que hay 29 expedientes "en formación". Cuatro de ellos son de Baraguá (dos cooperativas y dos arrendamientos) y los 25 restantes son de la cabecera, Ciego de Ávila, (12 arrendamientos y 13 cooperativas).

El sector de la gastronomía estatal traspasada a cuentapropistas da trabajo en Ciego de Ávila a 134 personas. La mayoría son nuevos contratos (93), pero hay 41 que mantienen los puestos que tenían cuando el establecimiento dependía del Estado.

Estas entidades, según Invasor, sólo pueden adquirir ron, cigarros, fósforos y tabaco en el mercado mayorista. El Estado les alquila los locales, pero la luz, el agua y el gas, los tienen que contratar y pagar los cuentapropistas.