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LONDRES, 3 ene (Reuters) - El Gobierno de Irán ha desplegado a la Guardia Revolucionaria para sofocar las manifestaciones que han sacado a miles de personas a las calles en los últimos seis días para protestar contra el régimen. De momento hay al menos 21 muertos.
Poco después el jefe de los Guardianes de la Revolución, el general Mohamad Ali Jafari, anunció el fin de la sedición que, según él mismo dijo, movilizó a 15.000 personas en todo el país.
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Miles de personas han participado en mítines progubernamentales en varias ciudades, en una muestra de fuerza patrocinada por el Estado, en un intento por contrarrestar las protestas, el desafío más prolongado contra la elite clerical de la República Islámica en casi una década.
La agencia de noticias Mehr informó de que tres miembros de las fuerzas de inteligencia iraníes murieron en la ciudad occidental de Piranshahr, en combate con "antirrevolucionarios".
La televisión estatal transmitió imágenes en vivo de las concentraciones en las ciudades suroccidentales de Kermanshah e Ilam y en la localidad norteña de Gorgan, donde los manifestantes ondearon banderas iraníes y fotos del Líder Supremo, el ayatolá Alí Jamenei.
No obstante, en una señal de la preocupación oficial por la duración de las protestas, el comandante de la Guardia Revolucionaria, Ali Jafari, anunció el envío de fuerzas a las provincias de Isfahan, Lorestan y Hamadan para enfrentar a "la nueva sedición".
La mayoría de las víctimas entre los manifestantes se registraron en esas regiones. La Guardia Revolucionaria, espada y escudo de la teocracia chií iraní, fue una pieza fundamental para aplastar el levantamiento de 2009, en el que murieron decenas de opositores.
En la ciudad sagrada chií de Qom, manifestantes progubernamentales corearon "muerte a los mercenarios estadounidenses". Hubo concentraciones similares en Isfahan, la tercera ciudad más grande de Irán, y Abadan y Khorramshahr, en el suroeste petrolero, mostraron imágenes televisivas.
Los manifestantes coreaban "la sangre en nuestras venas es un regalo a nuestro líder" y "no dejaremos solo a nuestro líder". Acusaron a Estados Unidos, Israel y Reino Unido por incitar las protestas, gritando "los alborotadores sediciosos deberían ser ejecutados".
Las protestas comenzaron la semana pasada por la frustración ante las dificultades económicas entre los jóvenes y la clase trabajadora, pero la agitación creció hasta convertirse en un movimiento contra la cúpula clerical de línea dura que controla el país desde la Revolución Islámica de 1979.
Las protestas, organizadas en las redes sociales, han ocurrido sobre todo después del anochecer. En videos subidos a internet podía verse a los manifestantes en las calles y a policías antidisturbios en ciudades como Ahvaz, en el suroeste.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que ha intentado aislar al liderazgo iraní, revirtiendo el tono conciliador de su predecesor, Barack Obama, dijo que Washington respaldará a los manifestantes "en el momento apropiado".
En tanto, el secretario general de la ONU, António Guterres, afirmó a través de un comunicado que lamenta la pérdida de vidas en las protestas en Irán y llamó a evitar más actos de violencia.
Reporte adicional de Stephanie Nebehay en Ginebra y Doina Chiacu en Washington; editado en español por Carlos Serrano.
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