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Tres de los opositores cubanos que protestaron durante un acto oficialista el 26 de julio en la Catedral de Santiago de Cuba fueron arrestados nuevamente el pasado viernes por acudir a una estación de Policía portando pulseras con la inscripción “Cambio”, informó Martí Noticias.
Según declaró al referido medio Rafael Odio Vega, familiar de los activistas, el grupo fue citado para el 29 de diciembre bajo la excusa de "devolverle algunas pertenencias que les habían sido ocupadas en un registro".
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Una vez en el lugar, el teniente coronel que se identificó como Alexander, jefe de Enfrentamiento a la Subversión, les avisó que quedarían detenidos por 96 horas más por haber acudido a la cita portando unas manillas blancas con la palabra "Cambio".
A decir de José Daniel Ferrer García, líder de la opositora Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), la verdadera intención de la Seguridad del Estado era mantener a los activistas presos para evitar que se manifestaran nuevamente contra el Gobierno en una fecha en la que se celebra otro aniversario de la llegada al poder de los Castro.
Los protagonistas de la histórica protesta son los hermanos Leonardo (de 23 años de edad) y Alberto Antonio Ramírez Odio (25), su padre Alberto de la Caridad Ramírez Baró (47), así como otro joven al que se conoce como José Carlos.
Los hombres, que forman parte del independiente Comité de Ciudadanos Defensores de los Derechos Humanos (CCDH), se plantaron desde un balcón de la catedral exigiendo libertad y democracia para el pueblo cubano.
Cuando apenas habían transcurrido un par de minutos del acto, en el lugar se personaron agentes de la policía política para arrestar a los activistas, quienes fueron amenazados con sentencias de hasta 5 años.
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