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Ni empleados permanentes de la Casa Blanca ni invitados podrán usar a partir de la semana próxima sus celulares privados, justo en el área donde trabaja el presidente Donald Trump junto a sus asesores más cercanos, informó la página web Bloomberg.
Según Sarah Huckabee Sanders, vocera presidencial, en la llamada Ala Oeste, solo se podrán utilizar los dispositivos gubernamentales. La restricción obedece a razones de seguridad, y su objetivo es resguardar la información sensible del gobierno.
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“El personal podrá realizar negocios en dispositivos emitidos por el gobierno y continuar trabajando duro en nombre del pueblo estadounidense”, señaló la funcionaria en un comunicado este jueves.
La portavoz no aclaró qué sucederá con los periodistas que diariamente cubren allí los eventos oficiales.
Sí negó, no obstante, que la medida esté relacionada con el reciente libro escrito por Michael Wolff acerca del funcionamiento interno de la Casa Blanca.
Aunque el presidente Donald Trump se ha quejado repetidas veces de filtraciones de prensa, sus representantes negaron que la nueva disposición esté relacionada con posibles divulgaciones de información no autorizadas a agencias noticiosas.
El propio jefe de gabinete de la Casa Blanca, John Kelly, impuso la prohibición, y argumentó solamente razones de seguridad.
Pero al parecer los más disgustados son los empleados, quienes se quejan de que no podrán usar los teléfonos de trabajo con fines personales, y de que tampoco pueden enviar ni recibir mensajes de texto, ya que no tienen incluida la aplicación.
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