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A Víctor Figueroa le dieron la clásica ‘papa caliente’ cuando le encomendaron dirigir a los Cocodrilos de Matanzas en sustitución del manager saliente, su tocayo Víctor Mesa. Primero, porque la escuadra llevaba seis años consecutivos encaramándose en el podio. Segundo, porque algunos atletas importantes como Yordanis Samón habían solicitado la baja en la plantilla, y otro como Yurisbel Gracial no tomaría parte en el primer tramo de contienda debido a compromisos en la Liga Can-Am.
Sin embargo, a Chúa –como le dicen todos- no lo asustó el reto.
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“Al asumir las riendas había varias ausencias de figuras con bastante peso en el desempeño de la provincia”, explica Figueroa. “Entonces nos dimos a la búsqueda de atletas capaces de llenar esos baches, muchachos jóvenes en la mayoría de los casos, y poco a poco fuimos alcanzando un buen team work”.
Después de elogiar la excelente apertura inaugural de Yoanni Yera, el mentor debutante me confiesa que debido a la referida situación inicial, por su cabeza nunca pasó que a estas alturas llegaría a ser uno de los más grandes candidatos al título de Cuba.
“Al principio era imposible trazarse metas rigurosas. Había que ir subiendo una escalera peldaño a peldaño, y no fue hasta que pedí los refuerzos que sentí que podían tenerse mayores ambiciones. Y fíjate tú si se nos dieron bien las cosas que acabamos de primeros en la clasificatoria”.
Esta noche, en el terreno del Mártires de Barbados, los Cocodrilos continuarán su duelo semifinal contra el campeón vigente, Granma. La serie está empatada a una victoria por bando, y el avileño Dachel Duquesne tendrá la misión de buscar el segundo triunfo de la novena roja, incapaz de imponerse en torneos domésticos desde 1991. ¿Será que esta vez sí...?
“Si te digo que pienso lo contrario te estaría engañando y me comportaría como un cobarde”, asegura el director. “Yo creo que este es el año donde Matanzas ha logrado armar una familia, donde la unión ha estado por encima de todo lo demás, y donde todos están locos por participar. Hay un ánimo que anda por los cielos y la recompensa del esfuerzo no debe estar muy lejos”.
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