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Una multa de tránsito fue todo lo que recibió un joven de 17 años que se saltó una luz roja mientras conducía un SUV por las calles de la Florida y chocó contra un Nissan Altima. En el accidente murió una persona y otras cuatro resultaron heridas.
El hecho ocurrió hace exactamente un año y, según relatan los sobrevivientes, la decisión de no acusar penalmente al adolescente revela fallas dentro del sistema judicial norteamericano.
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Lesroy Nichols, un chico de 14 años sobreviviente a la tragedia, resultó gravemente herido durante el accidente. Tuvo varias costillas fracturadas, un pulmón perforado, y sangrado interior. Estuvo más de un mes ingresado y desde allí supo que su padre había fallecido en la tragedia.
Marquise Givson, otro de los sobreviventes, dijo estar a punto de quedarse dormido cuando vio al SUV impactarse contra ellos. El joven se desmayó al instante, y despertó en el hospital con varias heridas.
Melissa Kendrick, esposa del fallecido dijo que el mes pasado les llegó una carta por correo de la Oficina del Fiscal del Estado, anunciándoles que el imprudente conductor no sería enjuiciado. "No hay justicia", dijo.
Según las leyes del estado no siempre matar a alguien constituye un crimen.
Ed Griffith, un oficial de la Oficina del Fiscal del Estado de Miami-Dade, dijo que "la ley establece diferencias entre lo que constituye una imprudencia, y lo que constituye un descuido".
Así que el adolescente que se llevó la luz roja, al no encontrarse bajo los efectos del alcohol o drogas, ni texteando, cometió "un descuido", y que aunque se saltó la luz roja no tenía intención criminal.
Los gastos médicos de los cuatro heridos ascienden a casi 1 millón de dólares.
Según el reporte, el joven está luchando fuertemente para evadir el pago de la multa por saltarse la luz roja.
Imagen de archivo
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