Dos jóvenes canadienses son agredidas sexualmente por un empleado en hotel de Varadero

El empleado tenía los genitales afuera y le masajeaba los senos.

Canadienses en Cuba © Myriam Grenier/ Facebook
Canadienses en Cuba Foto © Myriam Grenier/ Facebook

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Este artículo es de hace 6 años

No son pocos los turistas canadienses que viven experiencias ‘infernales’ en Cuba, después de todo esa nación norteña se ha mantenido, durante varios años, como la principal emisora de visitantes a la Isla.

El pasado lunes, medios canadienses se hacían eco de la odisea de una vacacionista con cáncer que sufrió una fuerte caída en un autobús cubano. ¿El resultado? La paciente todavía se encuentra pagando una deuda de 50 mil dólares por gastos médicos y traslado de Cuba a su país.


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Otra historia que acapara portadas en Canadá desde inicios de semana es la de Myriam Grenier y Arianne Pearson, dos jóvenes que sufrieron en carne propia una grave experiencia de agresión sexual por parte de un empleado del hotel donde se hospedaban, en Varadero.

Ambas chicas habían planeado unas vacaciones de ensueño en la mayor de las Antillas y decidieron reservar a finales de diciembre el servicio todo incluido del Grand Caribe Sunbeach Hotel de Varadero.

"Cuando pagas por un hotel con todo incluido, crees que también estás pagando por tu seguridad", dijo Myriam al diario local L'Écho Abitibien. “No fue el caso en absoluto", aseveró.

El 2 de enero, las jóvenes conciertan quedarse dentro del hotel por el mal clima. Allí se encuentran con un empleado que habían visto en varias ocasiones y este les ofrece a cada una, una sesión de masaje con descuento.

"Fue él quien animó la noche del 31 de diciembre", recuerda Arianne, que casualmente es masajista de profesión. “Parecía totalmente confiable", añadió.

Myriam, que recibió el primer masaje, relató que la sesión se le hacía interminable pues el empleado hacía muchos comentarios sexuales y comenzaba a masajear inapropiadamente sus senos.

“Me dijo que también tenía glúteos hermosos, que me relajara como si estuviera haciendo el amor. Yo me congelé”, contó.

Cuando salió, Myriam logró advertirle a Arianne que el hombre hacía comentarios muy extraños. "Al principio no me alarmó", dijo, pues conocía sobre la reputación de los cubanos de ser “muy encantadores con los turistas”.

El hombre avanza sobre Arianne y repite los movimientos. La joven aseguró que no podía articular bien las palabras por el miedo. "Me quedé inmóvil en el lugar, la voz se me hizo un nudo”.

De repente, la joven se percata de que el hombre tiene los genitales afuera. “Enseguida me levanté y dije que era suficiente, que el masaje había terminado".

Las dos vacacionistas decidieron entonces denunciar al empleado. Contactan a la agencia Sunwing, responsable de su viaje, que envía a dos representantes. Estos funcionarios, junto al gerente del hotel, acuden a la policía.

“Cuando nos oyeron hablar de agresión sexual, se desató el pánico y se llamó a la policía", recordó Myriam.

Nueves horas transcurrieron en los interrogatorios de cada una de las chicas por separado, hasta que finalmente las autoridades cubanas logran arrestar al agresor.

Posteriormente, Myriam y Arianne son trasladados al hotel de al lado, donde "no teníamos Wi-Fi para tranquilizar a nuestros seres queridos (…) Realmente no ayudó a nuestra situación. Nuestro viaje ya estaba arruinado", dijeron.

"No quería mirar a la gente a los ojos", confiesa Arianne. Tuve pesadillas en nuestras últimas noches en Cuba, fue como una película de terror".

"Honestamente, Cuba está descartada de por vida para mí", acotó la canadiense, que ha visitado unos quince países. "Llegamos a Montreal llorando".

Según recoge el medio, el juicio del empleado del Grand Caribe Sunbeach Hotel en Varadero está programado para el 12 de enero, un proceso que las dos jóvenes tendrán que seguir a través de la Embajada de Canadá en Cuba.

Asimismo, ambas están solicitando a Sunwing que les reembolse todo el viaje.

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