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En una movida que bien puede considerarse "peligrosa". El fiscal especial designado para investigar la influencia rusa dentro de la campaña presidencial de Donald Trump en el 2016, y la posible relación del gobierno de ese país con personas allegadas a este último, ha citado a declarar a Steve Bannon, el estratega jefe de Donald Trump y figura clave dentro del "movimiento" que lo llevó al poder.
De acuerdo con el diario The New York Times, Bannon fue citado la semana pasada, y deberá - obligatoriamente - testificar ante un gran jurado.
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Es la primera vez que un miembro del círculo interno de Trump es citado para declarar como parte de esta investigación, un hecho que acerca a Mueller un poco más a la categoría de "héroe nacional" y que, sin dudas, provocará una reacción adversa por parte del presidente.
El martes, el Sr. Bannon testificó a puerta cerrada ante el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, que también está investigando la intromisión de Rusia en las elecciones de 2016 y los vínculos entre la campaña de Trump y Rusia.
Pero esta nueva citación puede ser considerada por el inquilino de la Casa Blanca como un esfuerzo "extra" y fuera de toda competencia por parte de Mueller. Ya en el pasado reciente, Trump hizo alusión a que esta investigación no parece llevar a ningún lado, y que se está gastando dinero del contribuyente. Trump podría "separar" a Mueller de sus funciones. Los analistas, aunque lo ven poco probable, no creen que, llegado el momento, le tiemble la mano al presidente.
El motivo de la citación, señalan expertos, pudiera estar dado por la postura pública asumida por Bannon a raíz de la publicación del libro "Fuego y furia: dentro de la Casa Blanca Trump", del escritor Michael Wolff.
En el libro, Bannon asegura que la reunión con los rusos fue "traidora". Trump, más tarde, amenazó con demandarlo por difamación.
Según The New York Times, una citación a testificar ante un gran jurado pudiera ser en este caso, de suma relevancia en la investigación que lleva a cabo Mueller, ya que se trata de una instancia en la que no pocas veces los testigos suelen ser "atrapados en una mentira". Aquí, se requiere que los testigos respondan todas las preguntas.
Solomon L. Wisenberg, un fiscal que trabajó para el abogado independiente que investigó a Bill Clinton cuando era presidente expresó: "Al forzar a una persona a testificar a través de una citación, le está dando cobertura al testigo porque puede decir: 'No tuve otra opción, tuve que ir y testificar sobre todo lo que sabía''.
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