El instrumento que marca la esencia del son y la música cubana

Cubano que no haya bailado al sonido de un órgano, "no sabe lo que es la vida", diría el Cabo Pantera.

Organo Oriental © Radio Juvenil ICRT
Organo Oriental Foto © Radio Juvenil ICRT

Vídeos relacionados:

Este artículo es de hace 6 años

De acuerdo con los libros de historia, y los apuntes historiográficos, ese instrumento de música popular conocido como "órgano", llegó a tierras cubanas por el puerto del Cienfuegos, en una fecha tan lejana como el 1850.

Desde entonces, y con el devenir de los años, se convirtió en un instrumento de arraigo popular.


Lo más leído hoy:


Cuba, uno de los países más ricos en cuanto a historia musical se refiere, aceptó aquella caparazón de madera y no fueron pocas las orquestas que lo incorporaron y le buscaron un hueco en las tarimas.

La ventaja de este instrumento, con respecto a otros, es que no se precisaba de formación musical. Bastaba comprar los cartones perforados, y darle vueltas a la manigueta. Es por ello que pronto, se convirtió en el preferido de muchas, y sobre todo en el campo cubano, donde prácticamente eran nulos los campesinos criollos que, aparte de una guitarra o un tres, tuvieran algún tipo de formación musical para desarrollar otro instrumento.

Danzones, sones, danzas, guarachas, contradanzas, danzonetes... no por gusto el 29 de agosto pasado se declaró al órgano oriental como Patrimonio Cultural de la Nación Cubana. Y hasta músicos como Mayito Van Van reconocen que su valía como instrumento sonero, representativo de lo mejor de la música cubana.

En Manzanillo, asegura el investigador Bladimir Zamora, "a finales del siglo XIX, los bailes con este instrumento se hacían con valses y polcas llegados desde París». De allí, de la región oriental, cuna del proceso independentista cubano, el instrumento comenzaría su largo camino hacia el Occidente, a dónde llegaría poco después, a escucharse incluso en salón, y la popularidad de algunas orquestas - como la de los Hermanos Ajo, era tal usando el instrumento de marras - que hasta la disquera RCA Victor, grabó fonogramas de larga duración con estos últimos.

El órgano ha sido, por excelencia, el rey en las fiestas de Carnaval. Basta un pequeño espacio, bajo techo, para que el más terrible de los aguaceros tenga que rendirse ante la sonoridad pegajosa de este instrumento, que tampoco precisa de conectarse a un tomacorriente para ser escuchado.

Es como tener una orquesta dentro de un cajón de madera, y a pesar de que las claves, los tambores y los instrumentos de vientos son el complemento perfecto para acompasar el sonido meloso y contagioso que emana de sus cartones, bien que este puede desempeñarse solo, ya sea a las 10am cuando todos los músicos luego del trasnoche duermen, que a las tres de la tarde con el sol rajando las piedras. El órgano, es el órgano. Quien no haya bailado con él, no ha gozado un carnaval.

Ya la doctora María Teresa Linares resumía su importancia en esta frase:

«La simpatía que tiene el órgano en toda la población nuestra lo arraiga cada vez más como un instrumento imprescindible en la cultura cubana».

COMENTAR

Archivado en:


¿Tienes algo que reportar?
Escribe a CiberCuba:

editores@cibercuba.com

+1 786 3965 689