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Después de lograr su segunda victoria en el play off decisivo de la Serie Nacional 57, Pablo Civil se ha convertido en el hombre más feliz de la pelota cubana a día de hoy. Su equipo está bateando desenfrenadamente, y aprovechó la ventaja de jugar en casa para poner el dual meet en una situación muy favorable. Justo la que muy pocos le auguraban.
Siempre atento a mis inquietudes periodísticas, Civil accedió hace unos minutos a darme algunas de sus impresiones sobre el enfrentamiento contra los campeones vigentes del béisbol doméstico.
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¿Pensaste antes del play off que las cosas te podrían resultar tan favorables?
-No. Jamás pensé que fuera a ser fácil; aún considero que no lo será. Granma es un equipo grande, es el campeón, y hay que respetarlo. Ahora vamos a jugar tres partidos en su patio y allí ellos barrieron a Matanzas en semifinales.
Pero ahora ellos deben ganar cuatro juegos de cinco y ustedes dos en la misa cantidad...
-Claro, lo que pasa es que yo no contaba con eso y ahora puedo darme el lujo de hacer más movimientos, mientras Granma tiene que gastarlo todo. No obstante, yo voy a dar el máximo en cada partido de pelota.
Si te hubieran dicho hace unos meses que ahora estarías en la final con dos juegos ganados por ninguno del contrario, ¿lo hubieras creído?
-Nunca pensé llegar a la final, ni siquiera con el equipo que tengo. Mi objetivo siempre fue mejorar el quinto lugar. Los refuerzos han jugado un papel muy importante en el avance. Esto es difícil. El propio Carlos Martí, que es un manager muy veterano, ha llegado a dos finales nada más. Y otros muchos han pasado por las Series Nacionales sin estar nunca en una final.
Al principio, en Las Tunas solo estaban bateando Ayala, Larduet, Quiala y Danel Castro, pero ahora se han sumado los demás del line up, sobre todo los más importantes: Yosvany Alarcón y Viñales...
-Así mismo. Por eso es que hemos hecho más de cinco o seis carreras en cada partido y nos hemos concentrado en defender esa diferencia.
¿Se hizo algún tipo de trabajo específico con Alarcón, que estuvo bastante mal en las semifinales?
-No, prácticamente seguimos haciendo el mismo trabajo. Solo que un poco más intenso desde el punto de vista de los lanzamientos a corta distancia. Le acercamos un poquito más el objetivo, combinándole la curva con la recta sin que él lo supiera para que fuera detectando la zona de strike. Le complicamos el entrenamiento para que se adaptara a las circunstancias del juego. Además, está el talento que tiene y que le da la posibilidad de estar mal hoy y bien mañana.
Lo curioso es que contra Industriales bateaban en el último tercio y contra Granma en el primero...
Desde el inicio ha pasado eso porque como te decían se incorporaron Alarcón y Viñales, que vienen con gente en bases y dan palos.
¿Tu objetivo en Granma es ganar uno al menos o terminar la serie allí?
-Mi intención es dividir. Claro que preferiría que esa división fuera a mi favor, pero lo fundamental es que no regresemos a Las Tunas sin haber ganado un partido. El rival es el que está apurado. Mientras tanto, se mantiene Vladimir Baños como abridor para mañana y Luis Ángel Gómez para el cuarto partido. A ese lo tengo escondidito ahí para que nadie lo note. También tengo al zurdo Ángel Sánchez, que le ganó dos veces a Granma.
¿Por qué crees que te está siendo más fácil el play off contra Granma que contra Industriales?
-Considero que Granma llegó muy confiado, teniendo en cuenta que nos jugaron muy bien en la clasificatoria. No obstante, los últimos partidos jugados los ganamos nosotros. El equipo está muy inspirado porque ya no tiene nada que perder y sí mucho que ganar. Terminamos muy arriba contra Industriales. También nos hemos soltado a batear y cuando eso pasa nos pasamos seis, siete, ocho juegos con un nivel alto y hay que cogernos miedo.
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