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El 2017 parecía ser el año en que Yoenis Céspedes llegaría a los 40 jonrones, 110 impulsadas, batearía más de .300 y postería un embasamiento (OBP) superior a .375, pero nada de esto sucedió.
El granmense, que ya no es un niño (cumplirá 33 en octubre), viene precedido de sufrir una pesadilla prolongada de lesiones que, incluso, le llevaron a decir que cambiaría su plan de entrenamiento.
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Al final, esto fue lo que tuvimos de "La Potencia" en 2017:
.292/.352/.540, 17 dobles, dos triples y 17 jonrones, más 42 impulsadas, en 81 partidos.
Pareció por un momento que Céspedes iba por la carrera de MVP cuando pegó aquellos tres cuadrangulares el 11 de abril ante Filadelfia. Los Mets necesitaron mucho su bate cuando comenzó a ausentarse, después de un contrato de 110 millones, el número 52 era y es la esperanza ofensiva de los Mets.
¿Qué podrá hacer Céspedes en 2018?
¿Es más que todo un año de recuperación o de establecer su mejor techo de calidad? Hasta ahora me mantengo escéptico.
Según Fangraphs.com, Céspedes está proyectado para 32 vuelacercas, 90 impulsadas y .270 de average para 2018, cuando comparta vestuario con Adrian "El Titán" González quien de seguro será un influencia perfecta.
Pero antes de hablar de números es preferible hablar de salud. Lo primero es que Céspedes se mantenga en todo su esplendor, como el que lo llevó a jugar 152 partidos en 2014 y 159 en 2015.
Veremos si se cumple la promesa del nuevo plan de entrenamiento y que por fin esté en la ruta para lograr sus mejores marcas.
¿Quién volverá a ser? ¿El de los dos primeros meses de 2017 o el que terminó lesionado?
Céspedes es una estrella consolidada. Ya encontró su swing en la liga, su frecuencia y su adapatación a la cultura son más que positivas.
Él finalizó en el 8vo puesto por la carrera del MVP en 2016 y es el beisbolista cubano con más probabilidad de lograr un salto de calidad. ¿Qué pasará?
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