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La ausencia de Usain Bolt en las pistas será bien difícil de rellenar. El jamaicano tenía un carisma único que, unido a su soberana calidad, enamoró a millones de personas. Mientras todos buscaban concentración extrema en la línea de arrancada, “El Rayo” fijaba su mirada en la cámara y regalaba una sonrisa que denotaba confianza plena en el éxito.
Pero Bolt dijo adiós en Londres y ahora su futuro está en las canchas de fútbol y su sede, según dicen, en Dortmund, Alemania. La cuestión hace que muchos se pregunten quién sucederá en el trono al estelar sprinter jamaicano. La IAAF busca al nuevo jerarca de su reinado, ese que, además, también maneje con tino los medios de prensa para convertirlo en un espécimen cercano a lo mediático que fue el insustituible Bolt.
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Hasta ahora, tres figuras destacan por encima del resto. Todos poseen cuatro características esenciales para hacerse del sitio vacante: juventud, respaldo económico, calidad y deseos. Los señalados son el canadiense Andre De Grasse, el sudafricano Wayde van Niekerk y el estadounidense Christian Coleman, quienes forman parte del selecto grupo de figuras establecidas dentro del atletismo actual y anhelan continuar creciendo.
Del tridente, el de mayor aval es Wayde van Niekerk, el flamante recordista de los 400 metros planos, con 43.03 segundos. El elegido para romperle la marca al legendario Michael “El Pato” Johnson y vigente monarca olímpico y mundial de la vuelta al óvalo, es un fuera de serie que parece no tener límite, por ahora. No obstante, debemos esperar para conocer cómo regresará después de romperse el menisco y el ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha durante un partido de rugby en Ciudad del Cabo. Una noticia lamentable cuando se alistaba para comenzar su dinastía.
Por su parte, De Grasse, a sus 23 años, es otro de los candidatos para dominar la velocidad, aunque, como Bolt, en los 100 y 200 lisos. El velocista norteño sabe lo que significa escalar un podio olímpico y mundial, y posee marcas interesantes que debe bajar conforme vaya pasando el tiempo. La disciplina es una de sus mayores virtudes.
Sin embargo, el último en dar un golpe de autoridad en la mesa fue el pequeño Christian Coleman, de apenas 1.75 metros de estatura. Coleman, de 21 abriles, se colocó durante el 2017 en la cuarta posición histórica de los 100 metros de la mayor potencia de la velocidad de siempre, Estados Unidos. Su marca de 9.82 solo lo tiene por detrás de los afamados Tyson Gay (9.69), Justin Gatlin (9.74) y Maurice Greene (9.78).
Precisamente, hace solo unos días Coleman demostró su enorme nivel al hacer añicos el récord de los 60 lisos, que estaba en poder de Greene. En el programa de atletismo organizado por la Universidad de Clemson, de la Liga Universitaria de Carolina del Sur, este “bajito” deportista frenó los relojes en 6.37 segundos para dejar en el pasado la cota de su coterráneo, por dos centésimas.
Christian no es ningún desconocido, pues logró superar a Bolt en su despedida de las pistas en Londres, si bien quedó en segundo lugar tras el mediático Justin Gatlin, un par de veces sancionado por doping. Su margen de desarrollo parece inagotable y una muestra de su verdadera calidad la veremos en la cita del orbe bajo techo, pactada para Birmingham, en los primeros días del venidero mes de marzo.
Hace siete años, los especialistas estaban seguros que cuando llegase la retirada de Usain, el sustituto iba a ser su connacional Yohan Blake. “La Bestia”, empero, se ha ido esfumando de forma paulatina y hoy no parece ser esa figura que Sebastian Coe y su institución quieren potenciar en pos de mantener el brillo de las pistas en cualquier escenario posible. No obstante, la gran interrogante queda: ¿existirá alguien que medianamente se pueda colocar el disfraz del bólido caribeño?
Sin dudas, la salida prematura de Bolt nos dejó huérfanos del show que solo él sabía montar, como si todo se tratase de un guion preconcebido en el que el único actor era un “Rayo”. En este punto, lastimosamente, ya no hay marcha atrás; debemos vivir con esa pena.
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