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Madonna lo ha vuelto a hacer. Provocar es uno de sus talentos naturales y nadie como ella para alargar su reinado de diva incombustible. La última de sus provocaciones ha llegado a través de Instagram, red social en la que acumula ya una singular galería de posados. Sin embargo, incluso algunos de sus seguidores creen que en el último ha ido más allá, y no son pocos quienes la critican.
La más reciente polémica de la artista gira en torno a una imagen que ha subido en las últimas horas en su cuenta de Instagram y en la que luce un medio topless, pues enseña uno de sus pechos en primer plano, aunque encima aparece cubierto con unos trazos negros –en forma de cruz― para evitar la censura; mientras que el otro seno lo tapa con un bolso de Louis Vuitton, que está valorado en más de 2.000 euros.
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La imagen está acompañada de un texto que dice “Todavía babeando por un bolso”, en alusión a una publicación anterior en la que aseguraba estar enamorada de un bolso de su amiga Debi Mazar.
Es evidente que sobre la base de tantísimos años de provocación pública, la opinión de los otros es lo que menos interesa a la cantante. Sin embargo, el aluvión de críticas en esta ocasión es bastante contundente, y se pueden leer comentarios como “es patético que muestres tus viejos pechos con casi sesenta años” o “lo siento por tus hijos, si fueras mi madre estaría avergonzado”.
No obstante, donde muchos ven falta de pudor y de sentido del ridículo, muchos otros ven a una mujer libre, valiente, que seduce a otro elevado número de personas por plantarle cara a lo políticamente correcto y a la edad; personas que ven en cada provocación de Madonna, su mejor esencia.
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