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El previsible “futuro merengue” de Neymar sigue en el foco de atención de los principales medios del planeta. Así, esta vez le ha tocado el turno a El País, que entró en el terreno de las especulaciones afirmando que en el contrato del futbolista brasileño con el PSG existe “una intrincada fórmula jurídica que le permitiría cambiar de club antes del 1 de septiembre de 2018 si se cumplen una serie de condiciones”.
El rotativo español no aclara cuáles serían esos requisitos a cumplir, aunque luego hace referencia a un par de datos escalofriantes. Primero, asegura que el Real Madrid deberá pagar 300 millones de euros para adquirir al crack de la canarinha. Segundo, que el atacante tendrá que percibir 50 millones limpios por temporada.
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Acertada o no, la afirmación de El País entra en contradicción con lo aclarado hace poco por el abogado del jugador, quien desmintió la existencia de cualquier cláusula que permita la salida inmediata de Neymar.
“En su contrato puedo garantizarles que no hay una cláusula liberatoria ni por objetivos ni por goles marcados. El padre de Neymar Jr me envió un SMS a mediados de julio para pedirme que viajase de inmediato a los Estados Unidos y escribiera los contratos”.
Si una cosa es segura en esta historia es que al astro brasileño no le disgusta estar en el ojo del huracán mediático. Para muestra, el botón de sus declaraciones más recientes sobre el tema.
“Estoy tranquilo y feliz con mis compañeros, con el juego que estoy haciendo y con los goles que estoy marcando. Los rumores siempre van a estar ahí. Existían cuando estaba en el Santos y cuando estaba en el Barça. Vosotros lo sabéis muy bien. Todas las ventanas de trasferencias tienen algo con mi nombre y es imposible quedarse fuera de eso. Yo estoy feliz, estoy bien. Los buenos jugadores siempre entran en especulaciones y no sólo estoy yo en el mundo del fútbol, pero hoy en día sólo se habla de mí. ¿Qué puedo hacer yo?”.
Dicho en pocas palabras: al muchacho le gusta avivar la candela, y lo hace -¡vaya coincidencia!- con todo el afán de ombligo universal que padece precisamente el hombre que podría abandonar el club merengue si alguna vez se concretara el pase de Neymar al Bernabéu.
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