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Después de que Handia acumulara una decena de premios y pareciera que iba a coronarse como la mejor película del año, La librería, de Isabel Coixet, adaptación de la novela de Penelope Fitzgerald, ganó los tres principales premios Goya de la noche: Mejor Película, Mejor Dirección y Mejor Guión Adaptado.
La cineasta catalana (ya premiada por Mi vida sin mí, La vida secreta de las palabras y el documental Escuchando al juez Garzón) ganó con un filme que significa una declaración de amor a la literatura y al placer de leer y de soñar. Por esa razón, Coixet dedicó su premio a “Esa gente que aún va al cine, y aquellos que compran libros”.
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El filme vasco Handia acumuló los premios a Mejor Actor Revelación (Eneko Sagardoy), Vestuario, Montaje, Dirección de Producción, Dirección Artística, Fotografía, Maquillaje y Peluquería, Efectos Especiales, Música y Guión Original.
A pesar de haber alcanzado sólo dos nominaciones (por Cara de acelga y La flor de mi secreto) y ningún Goya, en una brillante carrera de seis décadas, Marisa Paredes recibió el Oscar honorario.
Por lo demás, Verano 1993 se alzó con tres galardones: Carla Simón se llevó el de Mejor Dirección Novel; Bruna Cusí, el de Mejor Actriz Revelación, y David Verdaguer, el de Mejor Actor Secundario.
En cuanto a la mejor película iberoamericana, se alzó triunfadora Una mujer fantástica, laureada en el recién concluido Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana con el Premio Especial del Jurado, y el premio a la mejor actriz para Daniela Vega. El filme fue dirigido por Sebastián Lelio y alcanzó una nominación al Globo de Oro, y actualmente está postulada para ganar el premio Oscar al mejor filme de habla no inglesa.
Para poder llevarse el premio Goya a Chile, Una mujer fantástica dejó al campo filmes iberoamericanos de gran prestigio como Zama, de Lucrecia Martel; Amazona, de Clare Weiskopf; y Tempestad, de Tatiana Huezo.
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