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No sabemos si a Bakhodir Jalolov se le irá el avión de regreso a casa, pero sí notamos su total inconformidad con el veredicto de los jueces en su pelea de este viernes ante el superpesado cubano José Ángel Larduet. El ring había quedado vacío, el público abandonaba el Coliseo de la Ciudad Deportiva, la televisión había cerrado la trasmisión y él, ensimismado, continuaba dando vueltas y vueltas, preguntándose cómo los “imparciales” lo habían visto perder.
Jalolov (112 kg y 1.91 m de estatura) resultó el mejor boxeador de los Tigres de Uzbekistán en una velada boxística técnicamente paupérrima dada la baja calidad de púgiles como Makhmud Gaipov (69) y Madiyar Saydrakhimov (81). Por demás, los ajustes de los cubanos Roniel Iglesias y Julio César la Cruz ante rivales inferiores tampoco ayudaron a un match que se vendía con bombos y platillos.
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Si bien no voló con sus principales figuras, Uzbekistán dominó el boxeo olímpico de Río2016 y fue segunda en el mundial de Hamburgo, Alemania. Cuba, en tanto, fue subtitular en la cita estival y mandó en la justa europea del año anterior. Es decir, se enfrentaban las naciones de mejores resultados en los últimos tiempos, pero las conclusiones del tope no fueron las mejores.
Al final, los Domadores barrieron a los Tigres en el formato C-2 dentro de la segunda semana competitiva de la VIII Serie Mundial de Boxeo (WSB). Vencieron Yosbany Veitía (52), Lázaro Álvarez (60), Iglesias (69), la Cruz (81) y el referido “La Pantera” Larduet.
Este último, en su regreso a la principal escuadra nacional se vio lento, pero no desentonó ante un Jalolov que llegaba con dos éxitos ante fajadores cubanos: Leinier Peró (en el mundial de Doha 2015) y Yoandry Toirac (Torneo de la India, 2018). Además, hablamos del abanderado de su país en Río de Janeiro, donde culminó en el quinto lugar en los más de 91 kilogramos.
El duelo Jalolov-Larduet fue cerrado, con pocos golpes válidos y escasa ofensiva entre ambos guerreros. Técnicamente fue superior el visitante, un exponente con buen estilo y que no desentona en sus movimientos sobre el ensogado. Con esa paridad en el golpeo, y si vamos a las reglas oficiales del boxeo llamado amateur, la victoria debió otorgársele a Bakhodir y los Tigres no debieron ser barridos, pero bueno, nadie como los cubanos conocemos lo que significa ser local –en innumerables ocasiones las víctimas hemos sido nosotros- y ganarle a los Domadores en el Coliseo de la Ciudad Deportiva se antoja harto difícil.
Del resto muy poco, aunque podemos salvar el combate de Veitía versus Fayzov Khudoynaza, el otro euroasiático que dio espectáculo e intentó buscar el éxito con un nivel aceptable. Shunkor Abdurasulov (60), en tanto, tuvo a ratos destellos de esa calidad que lo llevó a ser medallista mundial juvenil en el 2016, empero, sumó otros momentos de indiscutibles deficiencias tácticas y técnicas.
Conclusión. La franquicia Domadores de Cuba alcanzó su segunda barrida dentro de la VIII WSB en un cartel que prometía bastante y terminó defraudando hasta a sus propios protagonistas. Eso dicta claramente el mal estado del boxeo, digamos, semiprofesional, un mal que podemos extender al profesionalismo.
La mayor duda está en si Bakhodir Jalolov logró tomar el avión y en si averiguó el nombre del juez B, ese que lo vio perder 50-45. Ojalá que nadie le haya brindado la información.
Resultados oficiales del tope entre Domadores y Tigres:
52- Yosbany Veitía - Fayzov Khudoynaza: 50-44, 49-46, 50-45
60- Lázaro Álvarez - Shunkor Abdurasulov: 50-42, 50-43, 50-42
69- Roniel Iglesias -Makhmud Gaipov: 50-41, 50-41, 50-39
81- Julio César la Cruz - Madiyar Saydrakhimov: 50-41, 50-42, 50-43
+91- José Ángel Larduet - Bakhodir Jalolov: 47-48, 50-45, 48-47
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