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Pasan los días tras la matanza perpetrada en la escuela Marjory Stoneman Douglas, de Parkland, Broward (Florida) y siguen saliendo a la luz historias de personas anónimas cuya intervención fue clave para evitar un mayor número de víctimas mortales.
Se trata de Melissa Falkowski, una maestra que consiguió "poner a 19 niños en el armario" de una clase cuando fue alertada por un guardia de seguridad de que no se trataba de un simulacro, sino de un tiroteo.
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Tras el sonido de la alarma de incendios se ocultaba la trampa de Nikolas Cruz, que aprovechó la salida a los pasillos de los alumnos para disponer de blancos fáciles a los que disparar.
"Esta es la peor pesadilla que te pueda pasar, casi nos acurrucamos en la esquina durante unos minutos y luego tomé la decisión de llevar a todos al armario", aseguró la docente a 'CNN'.
Muchos de los alumnos estuvieron en silencio y otros no pudieron reprimir los llantos, mientras en otros lugares del centro las sangrientas escenas aumentaban.
"Hicimos todo lo que se suponía que debíamos hacer. Las escuelas del condado de Broward nos prepararon para esta situación y todavía tenemos tantos muertos, al menos para mí, es muy doloroso. Porque siento hoy que nuestro gobierno, nuestro país, nos ha fallado y les falló a nuestros hijos y no nos mantuvo seguros", explicó al citado medio.
Este nombre se une al de Aaron Feis, que usó su cuerpo como escudo para proteger a los alumnos de los impactos de bala.
Desafortunadamente este guardia y entrenador de fútbol del centro no pudo salvar su vida, aunque su heroica actuación evitó una tragedia todavía mayor.
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