La revista de la Asociación Médica Estadounidense (JAMA) ha publicado esta semana un extenso artículo firmado por personal médico que atendió en Estados Unidos a 21 diplomáticos norteamericanos destinados en Cuba, afectados por unos supuestos ataques acústicos en La Habana, entre finales de 2016 y agosto de 2017. Hasta la fecha ni el FBI ni las autoridades cubanas han dado con la causa o el origen de estos incidentes.
Los médicos, para empezar, se preguntan si hay manifestaciones neurológicas asociadas a los ataques acústicos, que han distanciado a los gobiernos de EE.UU. y Cuba. Según explican, a los 21 funcionarios atendidos se les diagnosticaron "síntomas agudos y persistentes", que no estaban asociados a ningún traumatismo craneoencefálico anterior.
En general, todos presentaban "disfunción cognitiva, vestibular y oculomotora, junto con síntomas auditivos, anomalías del sueño y dolor de cabeza". El personal médico llegó a la conclusión de que estos síntomas estaban motivados por "un novedoso mecanismo" o "fuente de energía no determinada" al que habían sido expuestos de manera directa y que llevaba a los facultativos a pensar en algún tipo de lesión cerebral.
Los pacientes fueron sometidos a pruebas de equilibrio dinámico y estático, mediciones oculares, tests cognitivos y audiométricos y también a escáneres.
De los 24 funcionarios norteamericanos que, según el Departamento de Estado, habían sufrido los ataques acústicos en Cuba, 21 completaron la evaluación durante una media de 203 días tras la exposición a esa "novedosa fuente de energía no identificada". Sólo en tres de ellos se detectó pérdida de audición, de moderada a servera. Catorce de ellos tuvieron que coger la baja laboral tras la evaluación médica. La mitad de estos últimos pudo volver al trabajo, pero con restricciones y rehabilitación.
Los 21 diplomáticos mostraron síntomas persistentes tres meses después de haber sufrido los ataques acústicos. Todos fueron sometidos, según los expertos, al mismo tipo de ataque provocado por una fuente no natural. Dieciséis de ellos mostraron un deterioro cognitivo. Aunque no a todos se les manifestó de igual forma:
- 17,81% (casi 4 personas) mostraron problemas cognitivos (pérdida de memoria, confusión mental o retraso cognitivo) También manifestaron irritabilidad, nerviosismo o tristeza.Todos notaron que bajó su rendimiento laboral.
-15,71% (tres personas) mostraron problemas de equilibrio.
-18,86% (casi cuatro personas) mostraron problemas visuales.
-15,68% (tres personas) mostraron problemas auditivos.
-18,86% (casi cuatro personas) tenían disfunción y alteración del sueño. En el 15,71% de los casos se les recetaron fármacos para dormir.
-16,76% (casi cuatro personas) tenían dolores de cabeza. En el 12,57% de los casos se les recetaron fármacos.
-16,76% (casi cuatro personas) mostraron anomalías cognitivas.
-17,71% (casi cuatro) tenían problemas vestibulares (oído interno y cerebro).
-15,71% (tres personas) presentaban problemas oculomotores (del nervio que controla el movimiento del ojo y el tamaño de la pupila).
Descartan las cigarras
A finales de 2016 los primeros diplomáticos que fueron atendidos por los médicos de la embajada de EE.UU. en Cuba mostraron síntomas que fueron relacionados con una lesión acústica, lo que obligó a someterlos a exámenes de otorrionolaringología en la Universidad de Miami.
En total fueron analizadas, entre febrero y abril de 2017, un total de 80 personas relacionadas laboralmente con la sede diplomática norteamericana en Cuba. De ese primer grupo se detectó que 16 de ellos ya habían sido objeto de ataques similares con anterioridad (¿finales de 2016?) ya que presentaban signos relacionados con una lesión cerebral leve.
Según el personal médico, todo apunta a que las exposiciones a los ataques acústicos se prolongaron en el tiempo porque luego fueron identificadas otras ocho víctimas.
En julio de 2017 fue convocado un panel de expertos que concluyó que estos síntomas estaban relacionados con un neurotrauma provocado por una fuente artificial (lo que descarta las cigarras de las que habla Cuba) y recomendó seguir estudiándolo.
¿Cuál es el perfil de los diplomáticos que sufrieron ataques acústicos?
Los expertos determinaron que de los 24 funcionarios que supuestamente habían sido sometidos a ataques acústicos en Cuba, 21 de ellos manifestaron síntomas relacionados con lesiones cerebrales leves. La mayoría (11) eran mujeres y el resto, hombres. Todos tienen una media de edad que ronda los 43 años.
¿Qué escucharon?
Dieciocho de los 21 (86%) sufrió los ataques acústicos en su casa o en habitaciones de hotel. No todos sintieron el sonido con la misma intensidad. La mayoría habló de un ruido fuerte y el resto de un tono bajo. Las palabras utilizadas para describirlo fueron "zumbido", "metal pulido", "chillidos penetrantes". También hay quienes hablan de vibraciones.
El ataque acústico lo recibían de forma direccional, ya que muchos han manifestado que al moverse del lugar donde estaban dejaban de percibirlo. Lo sentían entre 10 segundos y 30 minutos.
Finalmente los médicos concluyen que "no está claro" si el ruido que escucharon está relacionado con los síntomas manifestados. "En particular, no se sabe si el sonido en el rango audible (20 Hz-20.000 Hz) cause una lesión persistente en el sistema nervioso central y, por lo tanto, los sonidos descritos pueden haber estado asociados con otra forma de exposición".
Los médicos descartan que los pacientes hayan simulado su enfermedad o que se trate de un "delirio colectivo".
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