El pasado sábado en Fort Lauderdale, pocos días después de la masacre en Parkland, un nombre propio comenzó a escucharse con más fuerza por las redes sociales, en claro ejemplo del dolor por las víctimas masacradas en Broward y la rabia porque una vez más ocurriera otra matanza en un centro escolar de Estados Unidos.
Emma Gonzalez, una joven de 18 años, hija de padres cubanos, se dirigió al presidente Trump para pedirle un más estricto control de armas en un emotivo y comprometido discurso, que se convirtió en bandera del movimiento que se ha gestado tras la matanza que le robó la vida a 17 personas inocentes, dejó otras 15 heridas y marcó de por vida a tantas familias.
La chica, quien sobrevivió al tiroteo escondida en un armario de la Marjory Stoneman Douglas High School, levantó su voz y sin temores ni eufemismos puso uno a uno sobre la mesa de debate los argumentos que deben tenerse en cuenta para un mejor control de armas, a la par que señaló a los verdaderos responsables de que cosas como estas sigan ocurriendo.
Haciendo un evidente ejercicio de control de sus emociones, pese a estar profundamente devastada por la tragedia que le ha tocado vivir y no poder reprimir por momentos las lágrimas; la joven caló con un mensaje que llama a la acción, al compromiso y a la presión ciudadanos para conseguir erradicar de una vez un mal que está siendo preocupantemente recurrente.
"En lugar de quedarnos en casa con nuestro duelo nos hemos unido aquí porque es tiempo de que las víctimas promuevan el cambio que debamos ver", declaró.
"Si el presidente quiere acercarse a mí y decirme en mi cara que fue una tragedia terrible, que nunca debería haber sucedido y continuar diciéndonos que no se hará nada al respecto, voy a preguntarle cuánto dinero recibió de la Asociación Nacional del Rifle", añadió.
Emma, además, se ha convertido en una de las caras principales del movimiento estudiantil en pro de un control más restrictivo de armas.
Con respecto al debate de si deben o no divulgarse las imágenes de una masacre como la que ella vivió en Broward, la joven tiene clara que la respuesta es sí, en tanto es la mejor manera de sensibilizar a quienes hayan tenido la suerte de no padecer una tragedia como la que ella sí ha tenido que vivir.
Directamente hacia la Asociación Nacional del Rifle y a los políticos que aceptan su dinero enfoca sus críticas y sus demandas. En tal sentido señala directamente al presidente Trump, de quien aseguró que ha aceptado 30 millones de la NRA.
La estudiante ha afirmado también, junto a otros cuatro compañeros, que no regresará a clases hasta que no haya algún cambio en las leyes y sienta que puede estar segura dentro del recinto escolar.
El próximo 24 de marzo se realizará una marcha nacional y una concentración en Washington para pedir un mayor control de armas.
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