Vídeos relacionados:
A río revuelto, ganancia de pescadores. Luego de que hace unos meses se convirtiera en tema de polémica la venta de mochilas escolares a prueba de balas, tras los sucesos del 14 de febrero en la Marjory Stoneman Douglas High School, la venta de las mismas se ha disparado y el precio ya supera los 100 dólares que originalmente costaban.
Y es que ésta, al parecer, es la única solución momentánea que han encontrado los padres para mantener a salvo a sus hijos en las escuelas. El presidente Trump, hasta ahora, sólo ha hablado de elevar a 21 años la edad a la que se podrán comprar armas y ha propuesto que los profesores que sepan usarlas las lleven dentro del centro escolar.
Lo más leído hoy:
BBC recogió testimonios de madres como la cubana Yelaine Pérez Gibert, residente en la ciudad de Miami, quien dijo a BBC que "no tiene vida" desde hace una semana, luego del tiroteo en la Marjory Stoneman Douglas.
Yelaine, madre de gemelos, asegura que "lo más terrible es pensar que eso puede pasar en cualquier escuela aquí y en cualquier momento".
Ella, junto a su esposo, decidieron que tenían que hacer algo para evitar que mataran a sus hijos, y luego de que una amiga venezolana les contara sobre las famosas mochilas, no lo pensaron dos veces, y echaron mano a su compra en Amazon.
"Son esas situaciones desesperadas en las que haces lo que tengas que hacer y pagas lo que tengas que pagar para proteger a tus hijos", dijo.
Sin embargo, las mochilas, en su inmensa mayoría están diseñadas para resistir el impacto de balas de revólver. No de fusiles como el AR-15. Ni siquiera los chalecos antibalas de la Policía son capaces de hacer frente a un arma como la utilizada por Nikolas Cruz, en Parkland.
"Es una locura, pero qué voy hacer, así al menos estoy más tranquila". Tres kilos más de peso en las espaldas de los gemelos y rezar para que un tiro nunca apague la sonrisa de sus hijos.
De acuerdo con la nota de BBC, tiendas online que no ofrecían estos artículos han comenzado a venderlos y en otras se han agotado.
Y si existe la oferta, existe la demanda, y donde hay un filón comercial, aparecen los empresarios.
"Nosotros no diseñábamos por una cuestión ética este tipo de productos para menores, porque consideramos que los niños deben estar alejados de las armas. Pero tras los sucesos de Newtown, uno de nuestros distribuidores nos pidió que pensáramos en crear productos para niños", explicó a BBC Mundo, Carolina Ballesteros.
Ballesteros trabaja para la colombiana McArmor, una filial en Estados Unidos de un negocio especializado en ventas de productos de protección con sede en Bogotá.
La mujer aseguró a BBC que "la idea de comercializar este tipo de producto les llegó tras la masacre de Sandy Hook en 2012, en la que murieron 20 niños y 6 adultos".
Desde esa fecha, y hasta el presente, la empresa ha tenido tales ventas que las famosas mochilas antibalas se comercializan en varios estados de la nación como California, Texas, Georgia, e incluso en la Florida.
Precisamente en el llamado "Estado del Sol" ya existen 22 tiendas que ofertan este producto, y muy probablemente, dentro de poco, tengan que abrir otras más.
Archivado en: