Michael Moore pone a la Asociación Nacional del Rifle a la altura del ISIS

El cineasta Michael Moore ha revolucionado este viernes las redes sociales al comparar a la Asociación Nacional del Rifle (NRA) con la organización Estado Islámico. Su tuit voló como la pólvora.

Conocido por sus opiniones de izquierdas, anticapitalistas y contrarias a las armas, Moore ha definido a la NRA en su cuenta de Twitter como una "organización terrorista". Según ha explicado, los medios de comunicación norteamericana deberían referirse a la Asociación Nacional del Rifle en los mismos términos que usan para hablar del ISIS porque estos últimos han causado 79 muertes en los Estados Unidos frente a los 1,2 millones que han provocado las armas desde que John Lennon fue asesinado en Nueva York. Todo esto, gracias a la NRA y a los políticos que sustentan sus carreras en el dinero de esta asociación, sentenció Moore. Por si no fuera suficiente, añadió a este tuit el hastag "NRA mata niños".

Moore, íntimo de actrices como Rosario Dawson o Susan Sarandon, se suma así a las críticas que en los últimos días está recibiendo la Asociación Nacional del Rifle a quien la opinión pública norteamericana culpa de los 17 asesinatos cometidos la semana pasada por Nikolas Cruz, un joven conflictivo de 19 años, que con un rifle de asalto AR-15 disparó indiscriminadamente contra sus ex compañeros de clase en el Marjory Stoneman Douglas High School, de Parkland, en Broward, Florida, donde dejó además, 15 heridos.

Michael Moore es el mismo realizador que en 2007 presentó en Cannes un documental titulado Siko, en el que comparaba el sistema de salud de los Estados Unidos con el de Cuba, Francia, Canadá y Reino Unido. El Gobierno de la Isla es fan del artista y llegó e emitir Fahrenheit 9/11 en la televisión.

Las horas bajas de la NRA

Varias compañías norteamericanas de seguros, alquiler de autos, entidades bancarias y tiendas de audífonos han dado esta semana la espalda a la NRA, con la que tenían suscritos convenios para aplicar descuentos a sus socios. No quieren que sus clientes les relacionen con una asociación que ha sido demonizada tras la masacre de Parkland. Sobre todo, después de que su presidente Wayne Lapierre, dijera en la conferencia nacional de los conservadores, celebrada esta semana cerca de Washington, que las escuelas son blanco fácil de los asesinos porque no tienen armas.

Entre las empresas que no quieren saber de la NRA están Avis, Hertz o Enterprise; las aseguradoras Chubb o MetLife o el First National Bank, una entidad privada que concedía hasta ahora las tarjetas de crédito oficiales de la Asociación Nacional del Rifle.

Junto con la NRA han caído en desgracia también los políticos que sostienen su carrera con las aportaciones de ésta, como el senador republicano Marco Rubio al que uno de los sobrevivientes de la matanza del 14 de febrero puso entre la espalda y la pared ante las cámaras de la CNN preguntándole insistentemente si iba a renunciar al dinero que le da la Asociación Nacional del Rifle. El político cubanoamericano no supo qué responder.

La opinión pública floridana no perdona a Marco Rubio que apenas dos días después de la masacre de Parkland defendiera en el Congreso de los Estados Unidos que las armas no son las responsables de las matanzas en escuelas del país (18 en lo que llevamos de año). En su opinión, cuando alguien está decidido a matar, encontrará las armas para hacerlo.

En Miami se han visto camiones con carteles contrarios a Marco Rubio y hasta una avioneta ha agitado una pancarta en el cielo en la que preguntaban al senador y a la NRA si no sentían vergüenza después de lo ocurrido en Parkland.

Rubio ha intentado escurrir el bulto contando en televisión que reaccionó a la noticia de la matanza de Broward primero como padre de dos niñas de la misma edad de las víctimas de la Marjory Stoneman Douglas High School y luego como líder político, pero estas palabras no le libran de las críticas.

Otra cosa muy distinta piensan compañeros suyos de partido como Ileana Ros-Lehtinen o Carlos Curbelo, que se han sumado a la iniciativa de la demócrata Stephany Murphy. Ambos han comprometido su apoyo para sacar adelante la ley que pretende derogar la Enmienda Dickey, que desde el año 1996 impide destinar fondos del Centro para el Control y Prevención de Lesiones y Enfermedades (CDC) para promover investigaciones que ayuden a frenar las muertes por armas de fuego en los Estados Unidos.

El tuit de Michael Moore se hizo viral porque echa más leña a un fuego que ha prendido, sobre todo, entre los estudiantes norteamericanos, que el próximo 24 de marzo protestarán por las calles de Washington pidiendo más control en la venta de armas de asalto. Ya les han dado su apoyo estrellas mediáticas como Oprah Winfrey, que donó medio millón de dólares a la marcha, secundando la iniciativa de George y Amal Clooney, que han aportado otros 500.000 dólares.

De momento, el presidente Donald Trump no ha puesto una solución sobre la mesa. Se ha comprometido a aumentar a 21 años la edad a la que se pueden comprar armas de asalto (ahora son 18 años) y ha aconsejado a los "mejores" profesores que vayan armados a las escuelas. Cree que podrían, incluso, entrenar y recibir bonos anuales.

Los padres, mientras tanto, se han vuelto locos comprando las famosas mochilas antibalas para sus hijos, que además de agotarse, se venden ya en todo el país por precios que superan los 100 dólares.