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El jurado internacional de la Berlinale, presidido por el director alemán Tom Tykwer, otorgó este sábado los premios oficiales de la 68 edición del festival de cine entre las 19 películas incluidas en su sección a competición con evidente favoritismo por los filmes latinoamericanos y dirigidos por mujeres.
El Oso de Plata, Premio Alfred Bauer, otorgado al filme que abra nuevas perspectivas, fue conferido al filme paraguayo, en coproducción con Uruguay y Brasil, Las herederas, de Marcelo Martinessi. Precisamente la protagonista de este filme, Ana Brun, ganó el Oso de Plata que se confiere a la mejor actriz de los filmes en competencia. Las herederas narra la historia de las dos mujeres, quienes tras décadas viviendo en pareja deben separarse por tiempo indefinido, mientras venden muebles y cubertería de la casa que heredaron.
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Por si fuera poco, el filme Las herederas recibió también el Teddy Award, por parte del público y las organizaciones LGBTI y el premio de la Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica (FIPRESCI) por parte de la crítica. En este sentido, la película peruana Retablo, de Álvaro Delgado-Aparicio, recibió el premio de mejor ópera prima en los Teddy Awards.
El filme mexicano Museo, de Alonso Ruizpalacios, alcanzó el tercer Oso de Plata ganado por el cine latinoamericano, en la categoría de mejor guión. Este es el segundo premio que gana este cineasta en la Berlinale, pues en 2014 fue galardonado por la mejor ópera prima gracias a la memorable Güeros.
El resto de los premios fueron ganados, mayormente, por filme de Europa Oriental. Oso de Oro a la mejor película fue para la compleja y sexual Touch me not, ópera prima de Adina Pintilie (Rumanía) sobre personas sometidos a terapia en tanto repelen el contacto físico; el Gran Premio del Jurado fue otorgado a Mug, de la polaca Malgorzata Szumowska. El Oso de Plata a la mejor aportación artística recayó en la rusa Dovlatov, de Alexey German.
Sólo hubo un Oso para un nombre consagrado, el estadounidense Wes Anderson, que ganó el correspondiente al mejor director por la animación Isle of Dogs, que sirvió de pórtico al Festival. Ambientado en Japón y muy influido por la cinematografía de ese país, el animado cuenta la historia de un niño de doce años, que viaja en busca de su perro a una isla donde los canes han sido confinados.
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