Vídeos relacionados:
Entre las cuatro protagonistas están Edith Massola y Luis María Jiménez, que confirman su categoría estelar, como dos de las mejores actrices de Cuba, en los dos personajes más complejos de ¿Por qué lloran mis amigas? Massola interpreta a una expresidiaria, condenada por robar alcohol en un laboratorio, mientras que Luisa María contiende victoriosamente con el estigma de un personaje que algunos pueden ver como “la mala”.
Amarilys Núñez y Yasmín Gómez aportan todo lo que pueden, y es suficiente, para acreditar sus personajes, más equilibrados y racionales, menos telúricos y viscerales en esta ópera prima de la realizadora Magda González Grau, singular reflexión sobre la amistad y el paso del tiempo entre mujeres.
Lo más leído hoy:
A estrenarse en toda Cuba desde los primeros días de marzo, ¿Por qué lloran mis amigas? observa los destinos de cuatro mujeres maduras que deciden volver a verse luego de más de veinte años distanciadas “por cosas de la vida”. La reunión deviene desafuero verbal donde cada una expone, por turnos, sus frustraciones y traumas más íntimos.
La película se relaciona de cerca con el melodrama femenino, apostado temáticamente en conflictos y crisis inherentes a la madurez, la familia y la pareja, y sobre todo a la frustración o realización personal. Tales son los motivos dominantes de esta trama, escrita por Hannah Imbert, y centrada en el difícil papel de esposas, madres, profesionales y cubanas contemporáneas.
Así, desfilan ante el espectador miedos e intolerancias, pobrezas de espíritu y derrumbes del alma, dentro de la línea principal que demarca el reencuentro, salpicado con retrospectivas a la adolescencia, o a los momentos de máxima tensión en sus vidas privadas ambientadas en la bonanza y el optimismo de los años ochenta, o la oscuridad y desesperanza de los noventa.
Producida por RTV Comercial, al igual que las recientes Conducta, Esteban, La hoja de la caleta o Sergio y Serguei, el filme de Magda González Grau requería de actrices notables, capaces de ilustrar una personalidad completa a partir de solo un ápice, y que el público comprendiera las inmensas y sutiles catástrofes que socavaron, a ratos, el ánimo y la existencia toda.
Después de ganarse un prestigio como realizadora en televisión, a través de dramatizados como Puertas, Sol y sombra, Clase magistral y Añejo 5 años (en la cual Magda había trabajado con Amarilys y Luisa María) y muchos otros programas como Hurón Azul o Una calle mil caminos, Magda González Grau se mantiene atenta a los conflictos femeninos y a su inveterada tendencia a retratar mujeres empoderadas, resueltas, complejas.
Archivado en: