17 de febrero de 2014. Estadio Victoria de Girón de Matanzas. Eriel Sánchez, refuerzo de los Cocodrilos, le conecta cuadrangular a Freddy Asiel Álvarez. A continuación el derecho villaclareño le propina un pelotazo en la cabeza a Yasiel Santoya y, poco después, golpea a Víctor Víctor Mesa.
De pronto, uno de los suplentes yumurinos, el fornido Demis Valdés, sale a todo vapor del dugout bate en mano. Va directo hacia el pitcher, que se defiende como puede lanzándole su guante. Valdés hace un swing (afortunadamente fallido) y en el forcejeo paga los platos rotos el inicialista naranja Ramón Lunar, quien recibe un impacto en el rostro y sufre heridas en labios y nariz.
Poco después se conocen las sanciones. El agresor queda separado de los terrenos por un año. El agredido, por el resto de la Serie Nacional. Villa Clara apela la medida, pero sus argumentos no reciben la aprobación de los directivos del béisbol insular. Fin de la historia.
Ese día, todo el país había presenciado un intento de homicidio por televisión.
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