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El presidente norteamericano Donald Trump llegó a un acuerdo informal con la compañía Boeing para proporcionar la próxima generación de aviones presidenciales, anunció este martes la Casa Blanca.
Hogan Gidley, subsecretario de prensa, informó de que Trump negoció un "contrato de precio fijo" de 3.900 millones de dólares para los nuevos aviones, conocidos como Air Force One cuando el presidente está a bordo, lo cual responde a años de negociaciones entre Boeing y la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, y la intervención personal de Trump desde su elección. Según Gidley, el acuerdo "ahorraría a los contribuyentes más de 1.4 mil millones".
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En diciembre de 2016, Trump hizo saber en un tweet que los costos del programa, que alcanzaban la cifra de 4 mil millones de dólares, estaban "fuera de control" y, por tanto, ordenó "cancelar la orden”.
Acorde a lo informado por la Casa Blanca, el presidente ejecutivo de la empresa multinacional, Dennis Muilenburg, ha tenido varias reuniones con Trump para discutir el contrato de Air Force One. La más reciente fue la última semana.
“Boeing se enorgullece de construir la próxima generación de Air Force One, proporcionando a los presidentes estadounidenses una Casa Blanca voladora a un valor excepcional para los contribuyentes. El presidente Trump negoció un buen trato en nombre del pueblo estadounidense”, posteó Boeing en su cuenta de Twitter.
Un funcionario de Boeing dijo en un comunicado que el precio acordado incluye el trabajo para desarrollar y construir dos aviones presidenciales y el costo de modificar los aviones comerciales con el equipo necesario para apoyar al presidente, incluyendo escaleras externas, grandes galeras y un paquete de comunicaciones seguro. Parte del trabajo, incluido el de desarrollo y diseño, ya está en vigencia.
El primer avión oficialmente llamado Air Force One llevó al presidente Dwight Eisenhower en 1959, pero fue el presidente John F. Kennedy quien llevó el avión a la era del jet, según CBS News.
La flota actual está compuesta por dos Boeing 747 especialmente modificados, utilizados por primera vez por George W. Bush en 1990. Los dos aviones han llevado a todos los presidentes desde Bill Clinton a Barack Obama, a un costo de más de 180.000 dólares por hora.
Contiene defensas de última generación que incluyen: capacidad de reabastecimiento en vuelo, un sistema antimisiles de alto secreto y un revestimiento externo resistente a explosiones, del que se rumorea que soporta una explosión nuclear.
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