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Khloé Kardashian se encuentra atravesando por uno de los momentos más dulces y especiales de su vida: se convertirá en madre por primera vez.
La celebridad estadounidense tiene 30 semanas de embarazo y aunque ha tratado de alejar su proceso de gestación de los flashes de los paparazzi, nos ha regalado contados momentos de felicidad presumiendo de su estado a través de las redes sociales.
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Sin embargo, la última confesión de la socialité sobre su embarazo a través del reality show de la familia Keeping Up with the Kardashians ha dado mucho para hablar.
En el último capítulo del programa, la pareja del deportista Tristan Thompson confesó que después de dar a luz tiene la intención de comerse su propia placenta, como lo hicieron sus hermanas Kim y Kourtney Kardashian.
¡Pero no se alarmen, que no veremos a Khloé con cuchillo y tenedor en mano devorando el órgano ante las cámaras de su show! Si la estrella decide seguir los pasos de sus hermanas, seguramente acudirá a la especialista en parto Joni Lucarelli, quien se dedica a convertir las placentas en pastillas digeribles.
¿Los pro de esta tendencia que arrasa entre las famosas de Hollywood? Se afirma que comerte tu propia placenta durante el proceso de post-parto tiene grandes beneficios para la salud de la madre, pues reduce el dolor después de dar a luz, favorece la lactancia y previene la llegada de una posible depresión.
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