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El Cuban Club en Ybor City, Tampa, intenta convencer a varias instituciones financieras - entiéndase bancos - de que no tiene negocios en Cuba, luego de que un préstamo de $190,000 que solicitaran para trabajos de renovación fuese congelado. Así lo reveló el periodista Paul Guzzo, en el diario Tampa Bay.
El préstamo, que ya fue aprobado, se encuentra "parado" desde el viernes y, de acuerdo con Guzzo, ayer martes todavía no había respuestas sobre el dinero.
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La retención no tiene nada que ver con el Club, ubicado en el distrito histórico de Tampa, sino con la palabra "cubano" que lleva en su nombre, que habría levantado una bandera roja sobre una institución que lleva ya más de dos siglos de fundada. Fue en este club donde José Martí pronunciara varios de sus más célebres discursos en Tampa a finales del Siglo XIX. De hecho, una estatua del apóstol preside la entrada al lugar.
Por ello cada institución financiera involucrada en el préstamo se ha mostrado cautelosa; en este, y ante cualquier transacción con frases relacionadas con Cuba hasta que no puedan verificarse.
La investigación - dice Ruzzo - debe ser realizada por la institución donde esté "trabado" el préstamo, o por la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de EE.UU.
Patrick Manteiga, secretario de la fundación de recaudación de fondos del Club Cubano, dijo que ellos esperan que el dinero sea liberado esta semana.
Algo similar ocurrió en 2016 al investigador y periodista Mark Frauenfelder, cuando quiso pagarle unos honorarios relacionados con la publicación del libro “Castro’s Cuba: An American Journalist’s Inside Look at Cuba 1959-1969”, al colaborador Ben Mark, y la empresa estadounidense de comercio y transacciones vía electrónica PayPal canceló el pago online, pues en el mensaje enviado por la esposa de Frauenfelder, Carla Sinclair, aparecía la palabra “Cuba”.
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