Un chico espigado, delgado, siempre con la sonrisa adornando su moreno rostro, hace suyos los entornos de Río Feo en su natal provincia de Pinar del Río. Un amigo que no pronunciaba la R le gritaba al pasar JIBAGO, de donde se dedujo JÍBARO.
Con este sobrenombre se dio a conocer por todos a los 8 años uno de los mejores lanzadores cubanos de todos los tiempos; uno que, al parecer, le vienen muy bien los apodos pues ahora y siempre, en Cuba y en el planeta béisbol, se le conoce como el Rascacielos pinareño, el gran Pedro Luis Lazo.
En su humilde hogar de la capital vueltabajera, decorado con gusto y preocupado porque los adornos y cuadros de su señora Ismary no sufran ningún percance, nos recibe con su amplia sonrisa y un abrazo que te deja sin aliento el hoy mánager del equipo Pinar a la Serie Nacional de Béisbol y que es, con o sin numeritos, un pitcher que siempre estará presente en la historia de la pelota cubana.
Lazo, ¿Qué le pasó a Pinar este año, en el campeonato que acaba de concluir, que tras una excelente preparación previa, se cayó al final?
“Como tú dices, hicimos tremendo entrenamiento; primero, en la playa de Bailén, luego en el estadio Capitán San Luis, siempre apoyados por los compañeros del Partido y el Gobierno, pero lamentablemente pesaron los bates al final. Se cansaron los muchachos.
“No obstante, todo no fue negativo. Nos propusimos estar entre los 6; o sea, pasar a la siguiente ronda y lo logramos.”
Y el propósito para la Serie 58, ¿estar entre los 4 o ganar? Tienes un gran pitcheo, aunque es cierto que a la hora buena estaban jugando en el exterior por las contrataciones del INDER.
“Te puedo adelantar que reitero el plan de entrenamiento inicial en la playa y después en el estadio, pero pondremos énfasis en una preparación física a largo plazo donde se mantengan las cargas, algo que este año no se hizo. No quiere decir que se pueda sostener un rendimiento parejo a lo largo de toda la temporada pero sí trabajar para que el cansancio no haga mella en la tropa. Lo demás lo dirá el terreno.”
Ya que hablamos de la Serie Nacional y lo que le sucedió a Pinar con sus peloteros contratados en el exterior, ¿qué opinas? ¿Eres de los que dice que nuestro pasatiempo nacional está en total declive?
“No. Categóricamente te digo que no. Pero, ¿por qué siempre habrá un pero?, hay que jugar con equipos de calidad y tratar de que los contratos de jugadores cubanos no entorpezcan, al menos, en los momentos claves a sus conjuntos en la lucha por el banderín.
“Sé que es muy difícil porque, por lo general, las ligas coinciden en sus calendarios además de que los peloteros no son de hierro y necesitan descansar”.
Pedro Luis tocó un tema muy sensible. ¿Se prioriza el contrato, se cuida al pelotero como ser humano y no robot, el elenco de la provincia se ve afectado? Si no hay contrataciones, ¿cómo sube el nivel? Sin contar que se multiplicaría la “fuga” de talentos que viene desangrando el béisbol cubano en los últimos años.
“Sí, es difícil. Pero no sólo es eso. La base, la tan necesaria base, prácticamente no existe. ¿Dónde están los bates, las mascotas, los guantes, hasta las pelotas para que los niños jueguen? Porque entrenadores hay muchos y muy capacitados; recuerda que ahora con el internet se abren nuevos horizontes.
¿Dónde están los bates, las mascotas, los guantes, hasta las pelotas para que los niños jueguen? Porque entrenadores hay muchos y muy capacitados
“Lo que no quiere decir que se deben ampliar o implantar cursos nacionales e internacionales para mánagers, entrenadores de pitcheo y bateo, preparadores físicos (factor que influyó en que no avanzáramos este año a la discusión de medallas).
“Mira, algo muy bueno es que ya informaron que antes de la próxima contienda nacional se va a desarrollar un curso de actualización para directores y preparadores físicos. Eso nos favorece a todos, nos actualiza.
“Otro aspecto excelente es el nombramiento del ex antesalista yumurino Leonardo Goire como director técnico de la comisión nacional de béisbol. Aires nuevos, de renovación; nuevas ideas, nuevos planteamientos. Estoy muy feliz con esa designación.“
Y qué me dices de la Serie del Caribe y la caída de Granma (Cuba) tras haber exhibido un buen desempeño inicial.
“El equipo jugó bien pero, el que no podía perder frente a República Dominicana, que por cierto nos ganó 2 veces, lo perdió y ¡de qué forma! Salió a relucir todo lo malo, errores tácticos y físicos que no se conciben. Teníamos para imponernos.”
Por supuesto que Lazo, como mentor al fin de la Serie Nacional, fue muy cuidadoso al evaluar el comportamiento de los Alazanes en la Serie del Caribe.
Yo, que estoy mirando los toros desde la barrera, pudiera decir otras cosas, como por ejemplo, ¿cómo es posible que el mejor cerrador de la pelota cubana en la última década, José Ángel García, 'el Chincha, no haya integrado el staff de pitcheo? ¿Para qué tener tantos bateadores en el banco y no utilizarlos? ¿Por qué insistir en un Despaigne lesionado y agotado tras ganar su equipo en la liga nipona? ¡En fin! Cosas del Orinoco.
Cambio el tema. Conozco a Pedro Luis Lazo desde muy jovencito, lo conocí desde que se hizo novio de Ismary. ¿Cómo va la familia, Gigante?
“Muy bien, gracias a Dios. Llevo casado con Ismary 20 años. Mi hija mayor, Lismary, ya con 19 años, es flautista, graduada de la ENA (Escuela Nacional de Arte) y aspira a ingresar en el ISA (Instituto Superior de Arte). La menor, Lorena, toca guitarra; tiene 14 años. Somos, lo que se dice, una familia feliz”.
No quiero atiborrarlos con estadísticas de este Rascacielos que tantos momentos de alegría brindara a su Pinar y a su Cuba. Por eso, solamente mencionaré algunas de las más relevantes.
Antes recordar que el Rascacielos llegó a tirar 98 millas, 95 mantenidas en su recta, además de contar con un efectivo tenedor y una endemoniada slider. Tras jugar 20 Series Nacionales (se retiró en su San Luis a estadio lleno en el 2010), Pedro Luis Lazo es el máximo ganador de la pelota cubana con 257 victorias; segundo en ponches, detrás del también pinareño Rogelio García, con 2 mil 315; es segundo en entradas lanzadas y tercero en promedio de carreras limpias.
Ocupa un lugar entre los 4 primeros de todos los departamentos positivos del pitcheo cubano.
Representó a Cuba por 15 años consecutivos, desde su debut en los Juegos Panamericanos de Mar del Plata 95. Su palmarés es envidiable: 4 finales olímpicas, 2 medallas de oro y 2 de plata, 6 Campeonatos Mundiales IBAF, 4 títulos dorados, 4 citas continentales, 3 regionales, amén de Copas Intercontinentales, Preolímpicos y otros certámenes internacionales. Y por supuesto, 2 Clásicos Mundiales, el primero de los cuales resulta imborrable e inenarrable para todos los cubanos.
“Yo recuerdo muchos momentos pero guardo tres en mi corazón que nunca podré olvidar. Aquel día en Atlanta 96, cuando de relevo gané el juego contra Japón y retuvimos la corona olímpica. Aquel choque cuando tras un error, Omar dio tres para la calle.
“Los juegos que lancé en el Primer Clásico. Primero, ante Venezuela en San Juan. Vine en auxilio de Yadel Martí, quien dejaba dos a bordo sin outs. A mí me tocaron la bola y se llenaron las bases, ¡y pude sacar el escón¡ Después ganamos a aquel trabuco.
“Y qué me dices, ya en San Diego, del ponche a Alfonso Soriano para pasar a la final del Clásico, vencer a aquel super equipo de República Dominicana.
“También es inolvidable el Mundial de Taipei de China 2001, que marcó la despedida de cinco grandes: Antonio Pacheco, Orestes Kindelán, Germán Mesa, Omar Linares y Luis Ulacia. En aquel Mundial yo relevé en seis de los siete partidos que jugamos.”
El Jíbaro es un ameno conversador. Aunque lo he entrevistado muchas veces, incluyendo dos para un documental que no he podido realizar porque en ambas oportunidades me han perseguido dificultades técnicas, por increíble que parezca, esta vez ahondé más en sus inicios.
“A los 7 años pisé mi primer terreno de béisbol, terreno terreno. Fue en la Pre Eide del Sitio, llevado de la mano del entrenador Ángel Forteza. Jugaba segunda y tercera. Después se dieron cuenta que tenía un rifle en el brazo y me pusieron a pitchear.
“Soy de la pirámide del alto rendimiento, estuve en la EIDE y ESPA provinciales; como juvenil hice el equipo CUBA al Mundial de Brandon, Canadá, 91, que no ganamos, y a los 17 debuté en la trigésima Serie Nacional, temporada 1990-91 con el segundo conjunto de Pinar, Forestales, bajo el mando de Román Suárez.
“¡Ay! Qué recuerdos atesoro de esos momentos. Iosvany Madera, el cátcher; Yobal Dueñas, segunda; Daniel Lazo, jardinero; Vladimir García, quien después jugara en la Isla muchos años como receptor. Aprendí un mundo.
“Nunca jugué con Vegueros, fui directo a Pinar del Río cuando cambió la estructura. Era la campaña 1992-93 con Jorge Fuentes como mánager. Tremendo equipo aquel. Ganamos dos años seguidos: 1996-97 con Jorge y 1997-98, con Alfonso Urquiola, quien fue el director del equipo CUBA a los Panamericanos de Winnipeg 99, conquistó el cetro, el boleto olímpico, y luego, sin ninguna explicación fue sustituido por Serbio Borges, primera vez que perdíamos una Olimpíada.”
En tantos años, ¡cuántas anécdotas! ¿qué bateadores se te hacían fáciles, cuáles difíciles?
“Empiezo por lo primero: Pedro Luis Rodríguez, el cátcher del equipo provincia Habana, me daba como quería. Otro que me conectaba bien, sin ser ese gran bateador, era el también receptor Abdel Quintana de Industriales. Y dominaba con absoluta facilidad, aunque estuviera en racha, al antesalista azul Yolexis Linares.
“En cuanto a las anécdotas. ¿Recuerdas al desaparecido Armandito 'el tintorero' que animaba las gradas del Latino y hasta un mono con mi número sacó para tratar de sacarme de paso?; pues lo atrabanqué en un pasillo y le dije: 'sigue gritando que nos vamos a fajar'. Oye, jamás lo volví a escuchar.” (Para los que no recuerden a Armandito, era delgadito y chiquito, imaginen un peso pluma contra un supercompleto. ¡La pelea del siglo!).
¿Recuerdas al desaparecido Armandito 'el tintorero' que animaba las gradas del Latino y hasta un mono con mi número sacó para tratar de sacarme de paso?; pues lo atrabanqué en un pasillo y le dije: 'sigue gritando que nos vamos a fajar'. Oye, jamás lo volví a escuchar.
“Para mí no era tanto lanzarle a Industriales como hacerlo en el Coloso del Cerro. Esa caldera, escuchar a aquellas miles de gargantas gritándome. Cuando a ti te gusta el dominó, te inspiras si hay gente observando, te exaltas, quieres ganar; si somos cuatro, pues no hay tensión. Pues el Latino es igual.”
Lazo, y ¿aquella memorable bronca en Sancti Spíritus?, que yo fui muy criticada por hacer un comentario a tu favor.
“Ah, aquello. Pues sí. Eso si mal no recuerdo fue en la Serie 47. Estaba lanzando Yunieski Maya. Pinar ganaba por una carrera a la altura del noveno inning. En la caja de bateo estaba el zurdo Sáez que tenía dos strikes. Hace un swing completo, la pelota le da, y el árbitro de home decreta pelotazo, o sea, el hombre para primera.”
Pero eso no es desbol, es ponche.
“Claro, ahí se armó la desagradable, vaya la gozadera. No tiré ningún golpe pero en la emoción me doy cuenta de pronto que tengo a César Valdés (excelente árbitro cubano tan grande y fuerte como Lazo) sobre mi cabeza, o sea, lo había cargado en peso, y me dije: 'eh, pero si César no ha hecho nada'.
“Ya tú sabes. Lazo botado, me suspendieron por un juego, se quedó el desbol, July Gourriel vino y dio un hit, se empató el juego, pero nada: ¡al final ganamos el encuentro! Cuando llegamos al hotel tiramos a Jorge (Fuentes) para la piscina. Fíjate si estábamos contentos. Tal parecía que habíamos ganado el Campeonato.”
Ahora se cuenta y escribe rápido pero lo que se armó en aquel José Antonio Huelg” fue de… ¡amiguitos!
Mejor dejamos la bronca y nos adentramos en otras temáticas más pacíficas. Una vez me dijiste que Pinar del Río era la mata del pitcheo cubano. ¿Sigues manteniendo esta aseveración?
“Pues sí. Hay figuras, grandes pitchers en otras provincias, pero la mata está aquí. Por sólo decirte algunos, los zurdos Omar Ajete, Faustino Corrales, Félix Pino, Maximiliano Gutiérrez; los diestros Jesús Guerra, Rogelio García, Juan Carlos Oliva, Julio Romero, Yunieski Maya, Reynaldo Costa, José Ariel Contreras, Jesús Bosmenier, Orestes González.
“Y ahora, Raydel Martínez, con apenas 20 añitos, al igual que el zurdo Liván Moinelo con 21; también joven de 26, Franklin Medina, y los establecidos Iosvany Torres, Vladimir Baños y Erlis Casanova. ¿Somos potencia o no?"
Sí, indiscutiblemente, lo son. Y pienso Pedro Luis que en eso han tenido mucho que ver los entrenadores encabezados por el profesor Cortina.
“Claro, a mí me ayudaron el propio Cortina, Julio Romero, Jesús Guerra, Román Suárez, José Elosegui, Juan de Dios Peña, y el que para mí resulta fundamental, Pedrito Pérez.“
¿EQUIPO CUBA para Pedro Luis Lazo? Debo decir que en cuanta entrevista he hecho a peloteros casi todos te mencionan a ti como abridor o como relevista. Dime tú.
“Por el staff voy a empezar. Para mí los mejores han sido Braudilio Vinent y el Tati Valdés, mientras de cerrador yo pongo a José Ángel García, cuya ausencia en la Serie del Caribe no la entiende nadie. Como receptor, Juan Castro; en el cuadro, Omar, Pacheco, Germán y Muñoz, y como designado, Kindelán. En los jardines, Luis Giraldo Casanova, Víctor Mesa y Armando Capiró. Mentor, Jorge Fuentes.”
Creo que he abusado de la hospitalidad del gigante pinareño pero aún en el tintero me quedan dos preguntas. La primera es sobre su hermano José Ariel Contreras, quien junto a Lazo, eran conocidos por las Torres Gemelas de la pelota cubana.
¿Qué pasó cuando el astro de Guane decidió jugar en otra pelota? ¿Alguna vez te pusieron impedimentos para seguir con su amistad?
“Tú, como siempre, tirando 95 millas. Fue difícil, ¿qué decirte? Pero, lo entendí. Él quería probarse, jugar, sobresalir en la Gran Carpa. Y lo logró, llegó a la cúspide. Ganó una Serie Mundial con los White Sox de Chicago.
“Y yo siempre me mantuve en contacto con él. Me alegraba de sus éxitos. ¿Qué si me hicieron presión para que me distanciara de él? ¡Sí! Pero se cansaron. Se dieron cuenta que una cosa no tenía que ver con la otra y que yo era feliz aquí. Me dejaron por incorregible.".
Ya el Gigante no cabía en la cómoda butaca de su casa. Ha sido una larga entrevista pero yo no podía dejar de hacer ésta.
¿Estás de acuerdo con que los deportistas cubanos que están por el mundo puedan jugar por su bandera? Por primera vez, su rostro se torna pensativo, serio.
“No. No estoy de acuerdo. ¿Y los que de aquí? ¡Los que entrenan día a día, los que sudan su camiseta, los que no tienen prácticamente donde caerse muertos y están aquí!
“Mira, las competencias internacionales, ahora las contrataciones, son un medio de vida del cubano, llámese atleta, periodista, director. Todos soñamos con ese 'viajecito' como forma, sí, de defender los colores de la Patria (eso primero que todo porque siempre lo hicimos y lo haremos, con dieta o sin ella), pero también como un medio de subsistencia.
“Entonces, los de afuera, que sí tienen para subsistir, ¿van a venir a quitarle el puesto a los que están aquí? Yo sé que se elevaría el nivel; vaya, hasta un 'fifty fifty', mitad y mitad pudiera admitir, pero que todos los que están allá hagan un CUBA en cualquier deporte, no. Son cubanos pero ellos eligieron otro camino, que no critico, pero no lo veo correcto.
Entonces, los de afuera, que sí tienen para subsistir, ¿van a venir a quitarle el puesto a los que están aquí?
“Nosotros tenemos que encontrar fórmulas para elevar el nivel de nuestro deporte. Ahí está la clave”.
Besos, apretado abrazo en el que se funden uno de los mejores lanzadores cubanos de todos los tiempos y una periodista que ama, por sobre todas las cosas, a sus hijos, y ésos son para mí los deportistas cubanos estén donde estén.
Entiendo a Pedro Luis. Yo lo viví. Su planteamiento es justo. Por eso yo voto porque se abran las fronteras, y no sean “los que sudan aquí” y “los que lo tienen todo allá”.
Un placer hablar contigo Rascacielos, amigo, hijo, entrañable e inolvidable “domador” de mis Industriales. Te debo un documental. Si Dios lo permite, promesa formal, de este año no pasa su realización.
¿Qué opinas?
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