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A pesar de contar con custodios y el apoyo de la Policía, el complejo escultórico del céntrico Parque de la Libertad, en Matanzas, ha vuelto a sufrir otro saqueo, según dejó saber este domingo el diario Juventud Rebelde.
Por segunda ocasión, fue sustraída ilícitamente la punta del asta de la bandera de bronce en el monumento, que contiene la Estatua de la Libertad simbolizada por una mujer con cadenas rotas en sus manos e incluye una escultura de José Martí sobre un pedestal.
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“Aunque la idearon con roscas (las piezas del monumento) ninguna de las más atinadas y modernas variantes para proteger dicho ornamento ha impedido que lo saqueen impunemente con frecuencia”, apunta la publicación.
En tal sentido, y considerando que es común el asedio de niños y vándalos, quienes se trepan sobre las estatuas, autoridades de la ciudad han vuelto a poner sobre la mesa la idea de delimitar con una valla el referido sitio público.
Si antes no se había adoptado esta medida era porque “se pensaba que llegaría el momento en que la ciudadanía comprendería la importancia de preservar estas construcciones monumentarias”, explicó Bielka Cantillo González, directora del Centro Provincial de Patrimonio Cultural (CPPC).
De acuerdo con la directiva, la decisión de colocar la cerca perimetral ya está tomada y se prevé concretar en mayo próximo, con una inversión inicial de alrededor de 5 000 dólares.
Este sería el segundo complejo escultórico que recientemente debió ser perimetrado por actos de vandalismo. Lo mismo ocurrió con la escultura al soldado desconocido frente a la Plaza de la Vigía, “convertida en urinario público y en sitio para ingerir comidas ligeras”, destacó el reporte.
De igual forma, el conocido parque de Los chivos, en el costado de la vetusta Plaza de la Vigía, sufrió el robo de una tarja de bronce con los 30 nombres de las ilustres familias canarias que fundaron la urbe.
“Un buen día desapareció y hasta el sol de hoy no ha aparecido”, contó Wendy Pérez, arquitecta y especialista del CPPC.
De acuerdo con la especialista, “las tarjas de mármol sufren menos las consecuencias de los robos, pero si se las tratan de llevar también se dañan y acaban casi siempre fragmentadas”.
“Un ejemplo de ello es la tarja a la memoria de Henry Reeve, El Inglesito, en un estado deplorable, dividida en varios pedazos, pero que, por suerte, pudo ser rescatada y ahora se protege en el almacén del Museo Provincial como parte de sus fondos”.
En otra ocasión, añade la nota, desapareció la tarja que rinde homenaje a Martín Dihigo que se hallaba en la Calzada que lleva su nombre, y que brinda acceso al estadio Victoria de Girón. Las autoridades debieron reponerla con otra similar.
Según la enciclopedia estatal Ecured, las estatuas que componen el Parque de la Libertad fueron traídas desde Italia donde se esculpieron y fundieron, para inaugurarlas en su sitio actual el 24 de febrero de 1909.
Ese día se dieron cita en el centro del parque personalidades de la época, entre ellas el Mayor General José Miguel Gómez, nuevo presidente de la República de Cuba y su vicepresidente el Dr. Alfredo Zayas, el Coronel Dr. Domingo Lecuona, Gobernador de Matanzas, el Dr. Alfredo Carnot, alcalde de Matanzas y otras personalidades locales.
También estuvieron presentes los impulsores de la obra: El Dr. Miranda, Gonzalo de Quesada y el escultor italiano Salvatores Buemi que viajó a la Isla expresamente a presenciar este acto.
Un año antes, a mediados de 1908, las estatuas fueron expuestas en Roma, donde asistió el Rey de Italia Víctor Manuel III, sus ministros, el alcalde de Roma y otras personalidades italianas, así como representantes de Cuba en ese país mediterráneo.
El Parque de La Libertad es el conjunto escultórico más importante de la provincia de Matanzas. Consta de un pedestal de granito de Ravena de Lombardia y varios adornos de bronce, un verso sencillo del propio Martí, una bandera cubana a los pies del conjunto y una lápida donde señala al Dr. Ramón L. Miranda como el autor del proyecto.
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